Temporalidad

Temporalidad

19 febrero, 2020
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Actualizado: 19 febrero, 2020 9:00
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La temporalidad en el mercado laboral parece un mal endémico en España. En principio necesario por el modelo productivo que tenemos, se convierte en una losa cuando es el pan de cada día en la creación de empleo.

Los datos lo avalan: según la última Encuesta de Población Activa la tasa de precariedad laboral  en España es del 26.1%, la más elevada de toda la Unión Europea. Un nivel que sin embargo ha bajado ocho décimas en un año marcando su primera caida desde 2012, en plena crisis económica. Y eso entronca directamente con la advertencia del Banco de España. Tras cinco años consecutivos de creación de empleo, la temporalidad todavía se encuentra en niveles precrisis.

Empleos precarios que en la última EPA suponen el 90% de todos los que se firman, muchos de ellos además a tiempo parcial. Y se ceban, dice la Fundación BBVA un poco más con las mujeres, más si cabe con los jóvenes y decidídamente con los que tienen estudios básicos. Temporalidad que supera el 35% en Andalucía y Extremadura y apenas llega al 20% en Madrid. 

Bien es cierto que los empleos que se establecen por un tiempo determinado también tienen su razón de ser en sectores como los servicios , mayoritarios en la fuerza laboral de nuestro país, y la agricultura. Pero prolongar esa temporalidad hasta convertirla en estructural es muy peligroso. Significa acabar con cualquier expectativa de gasto más allá de lo inmediato. La inversión desaparece y ya saben que el consumo es proporcional al empleo. Con lo que plantearse comprar un coche y no digamos una casa está descartado. Un futuro nada prometedor.

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