Que no lo estropeen
No hay más que echar un vistazo alrededor para darnos cuenta de que algo está pasando, de que todo parece girar hacia lo favorable para la recuperación económica. El primer trimestre del año va a acabar siendo bastante mejor de lo esperado para las empresas que cotizan en bolsa y, por consiguiente, para los inversores que han depositado sus ahorros en la renta variable.
Dicen los expertos que el 31 de marzo vamos a tener un trimestre muy bueno porque los mercados siguen “inundados” de liquidez por parte de los bancos centrales y así va a continuar. Además, tampoco hay muchas otras alternativas. La campaña de vacunación sigue su curso… en algunos países, de “notable alto” como es el caso de Reino Unido… y de “aprobado por los pelos” en otros como es el caso de España. En cuanto se disipe la preocupación por la pandemia, lo que va a quedar a la vista es el destrozo que ha causado en la economía y en cómo el gobierno de coalición va a repartir los fondos europeos.
En este punto, hemos conocido uno de los informes más esperados, sobre todo por la oposición, por PP y Ciudadanos que acusaban al gobierno de esconder el documento porque sus conclusiones eran “demoledoras”, y es el que ha remitido el Consejo de Estado sobre el decreto que regula los mecanismos para gestionar los fondos comunitarios. El proyecto merece una opinión favorable pero en sus recomendaciones -señala el organismo- la necesidad de reforzar los controles sobre las ayudas que lleguen de Bruselas. El informe del Consejo de Estado también recuerda que la UE va a tener un “papel fundamental” en la supervisión de la “correcta gestión y ejecución de los fondos”. Y aquí me temo que no puede haber ni trampa ni cartón… Estamos hablando de unos 150.000 millones de euros que están destinados a lo que están destinados: a hacer frente a una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes.
Solo espero que por una vez, el sr. Sánchez y el sr. Iglesias sepan hacer las cosas como hay que hacerlas, ni más ni menos. Qué no veamos una copia “barata” de aquel famoso y ridículo Plan B del sr. Zapatero.