¡Queremos una Ayuso!
Es el lema que utilizaron hace unos días hosteleros de Albacete para protestar por el cierre de sus negocios y la ausencia de ayudas directas al sector. Una movilización que se repite desde hace semanas en muchas otras partes de España pidiendo lo mismo: ellos solo quieren trabajar, asegurarse el día a día de sus negocios y de paso, que se les exima del pago de impuestos, alquileres y suministros. Los hosteleros han usado a Madrid como ejemplo… porque la gestión de la pandemia por parte de la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso, mal que le pese a muchos, está funcionando. Ni somos mejores ni peores que otras comunidades autónomas… Ayuso ha apostado fuerte por una serie de medidas no tan restrictivas como otras regiones y lo último que haría sería echar el cierre a la hostelería y a los comercios.
Visto desde fuera, “lo de Madrid llama un poquito la atención”… pero si miramos las cifras de contagios, han subido y bajado a niveles muy similares a en otras regiones. Y si los de Albacete quieren una Ayuso, los hosteleros y taxistas madrileños ya la consideran “Santa Isabel Ayuso” tras la última medida que baraja el gobierno regional de que determinados trabajadores de servicios públicos sean prioritarios a la hora de recibir la vacuna contra la Covid-19. Y eso que la Comunidad de Madrid ha perdido un 15% de sus autónomos en el sector de la hostelería y la pandemia ha acabado con más del 20% de pymes, según datos del Instituto Nacional de Estadística.