Termómetro averiado

Termómetro averiado

05 octubre, 2017
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Actualizado: 05 octubre, 2017 13:36
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Desde la entrada en vigor del euro en 1999, la diferencia de rentabilidades ofrecida por los distintos bonos a largo plazo de los diversos países de la Eurozona, han sido un termómetro del riesgo de cada uno de los países. Tomando como base la rentabilidad del bund alemán, la diferencia de rentabilidad de los bonos de otros tesoros, con el mismo vencimiento, se conoce como “prima de riesgo”.

En los momentos de mayor tensión dentro del euro en 2011 y 2012, la prima de riesgo de España llegó a superar los 600 puntos básicos (6% de rentabilidad). La subida o bajada de la prima de riesgo era el termómetro que medía el grado de percepción de riesgo por parte de los inversores internacionales.

Desde que el BCE comenzó a comprar bonos soberanos en grandes cantidades las rentabilidades de los bonos no reflejan el riesgo real de cada tesoro nacional. La posible subida de la prima de riesgo se ve mitigada por la capacidad de compra del banco central. La tensión generada por la situación catalana apenas se ha traducido en un incremento de la rentabilidad del bono a diez años español y de la prima de riesgo. La rentabilidad ha pasado del 1,60% al 1,70%, nivel inferior al existente en marzo o julio de este mismo año.

A pesar de que la prima de riesgo sea un termómetro averiado, el hecho de que el bono italiano ofrezca una rentabilidad (2,21%) sensiblemente superior a la del bono español, refleja que entre los inversores no existe una percepción de riesgo sobre los activos españoles mayor que sobre los italianos.

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