Trabajadores vacunados

La polémica está servida en Italia por la controvertida decisión del Gobierno de Mario Draghi de exigir a todos los trabajadores, ya sean públicos o privados, que estén vacunados para poder trabajar. De no hacerlo, el trabajador tendrá que presentar una prueba negativa cada dos días bajo la amenaza de ser suspendido de empleo y sueldo o una multa de 1.500 euros.

Decisión parecida la de Francia, que ha suspendido a 3.000 trabajadores del ámbito sanitario por no querer vacunarse.

¿Se puede obligar por ley a un empleado a vacunarse? Cualquier persona tiene la libertad de decidir si se vacuna o no, pero esa libertad termina donde empieza la de los demás individuos. Y aquí entra en juego la salud de los demás.

En España la vacunación no es obligatoria, pero el debate está servido. Ni siquiera los juristas terminan de ponerse de acuerdo, aunque algunos defienden que hay amparo legal para hacerlo.

Mucho me temo que será la justicia la que tenga la última palabra al tratarse de un derecho fundamental. Confiemos en que esta vez con más unanimidad de criterio que con las restricciones, que algunos tribunales de justicia han respaldado en algunas Comunidades al tiempo que en otras se tumbaban.