La España parada

Nadie tiene dudas a estas alturas de que por culpa del coronavirus no estamos sólo ante una crisis sanitaria a nivel mundial, sino también ante una crisis económica de consecuencias incalculables que terminará provocando un impacto enorme en la sociedad.

El histórico dato de paro que conocíamos hace unos días refleja la gravedad de la situación en la que nos encontramos. Ni tan siquiera la quiebra de Lehman Brothers causó tanto daño a nuestro mercado laboral. Entre octubre y diciembre de 2008 se destruyeron en España 489.000 puestos de trabajo. Ahora en apenas 15 días el coronavirus se ha llevado por delante más de 800.000 empleos sin contar los trabajadores que están afectados por un ERTE.

Es solo un aviso porque lo más duro de esta crisis aún no se ha reflejado en el empleo. La pandemia, además de cambiar nuestras vidas, está destrozando la economía. Tener parada la actividad y las empresas cerradas tendrá consecuencias muy graves para mucha gente durante bastante tiempo. La economía está contagiada y la cura va para largo. El turismo, uno de nuestros principales pilares, arrastrará durante todo el año la falta de ingresos de los turistas internacionales. Está claro que hará falta algo más que un Plan Marshall para salir de ésta.