Empresas con Identidad: Baïa Food
En el año 2009 Guillermo Milans del Bosch sufrió una peritonitis que puso en riesgo su vida y le hizo tomar conciencia de la importancia de la alimentación en la salud. Cuando su amigo Loan Bensadón le habló de una proteína que transformaba el sabor de los alimentos lo primero que pensó es que se trataba de una droga pero poco a poco fue captando su atención a golpe de evidencias científicas. Sus amigos médicos corroboraron las bondades de la Synsepalum dulcificum, el nombre de esta ‘baya milagrosa’ que es capaz de cambiar la percepción del sabor ácido a dulce y les animaron a fundar la startup que hoy nos ocupa.
Con pequeños ahorros familiares pero mucha motivación nacía Baïa Food con un objetivo más allá de reducir el imperante consumo de azúcar y los edulcorantes artificiales: la mejora de los trastornos del gusto en pacientes con cáncer. “Lo primordial es tratar el cáncer pero también es muy importante cuidar aspectos que afectan a la calidad de vida y a la parte psicológica de los pacientes oncológicos”, incide Loan Bensadón, CSO y cofundador de Baïa Food. A pesar de las dificultades regulatorias y logísticas que entrañaba estos dos jóvenes emprendedores recibieron el apoyo de inversores que desde el principio creyeron en el proyecto. El proceso fue costoso ya que las bayas no estaban categorizadas como nuevo alimento de la UE y había que dar forma a una cadena de suministro ubicada en Ghana. En 2022 recibieron la autorización de la Comisión Europea para comercializar durante 5 años en exclusiva esta baya como suplemento alimenticio. La compañía espera cerrar 2023 una facturación cercana a los 2 millones de euros gracias a la internacionalización. “En el norte de Europa hay muchas oportunidades. Estamos en conversaciones con Reino Unido, Países Bajos, Alemania…”, apunta Guillermo Milans del Bosch, CEO y cofundador de Baïa Food, quien reconoce que están más implantados en Francia, Portugal o Italia.