Pablo Gil: «Los test de estrés en EEUU dejan dudas sobre su utilidad»
Los mercados mantienen el tono positivo tras una semana de moderadas ganancias y con los inversores pendientes de datos clave de inflación. Tras el IPC en la eurozona que se desacelera al 5,5% en junio, el foco de atención se dirige al deflactor PCE de EEUU, el principal parámetro de medición de la inflación para la Reserva Federal y que marcará la trayectoria de política monetaria del banco central estadounidense. “La subida de tipos en julio está cantada. El mercado le da un 85% de probabilidades. Si no la hicieran tendrían más prisas en la segunda mitad del año”, asegura Pablo Gil, analista jefe de XTB para España y Latinoamérica. En ese sentido la próxima semana conoceremos datos de empleo en EEUU donde se conocerán, entre otras referencias, los ingresos medios por hora de los trabajadores estadounidenses. “Powell está muy preocupado por ese descontrol entre oferta de empleo y demanda” apunta el experto. Además del mercado laboral americano, los inversores estarán pendientes de los datos de consumo en Europa fundamentales para ver si reflejan las expectativas de mejora de la economía además de los PMI de junio en Europa y EEUU que siguen mostrando la debilidad del sector manufacturero y la resistencia del sector servicios.
Dudas sobre los test de estrés
Esta semana la Reserva Federal gran banca de EEUU superaba los test de estrés de la Fed pese a la incertidumbre. Según Pablo Gil, las pruebas no aplacan los temores sobre la banca estadounidense. «No han demostrado servir de colchón de seguridad cuando hay problemas. Llevamos mucho tiempo cuestionando estas cosas al igual que ocurre con las agencias de rating». Aún así recuerda que la Reserva Federal no está preocupada por la fortaleza o debilidad del sector como demuestra las últimas quiebras de First Republic o SVB que no modificaron los ajustes monetarios de Jerome Powell.