Rato: «Aceptar dinero público para capitalizar Caja Madrid fue un error»
Rodrigo Rato, ex presidente de Bankia y ex director gerente del FMI, reconoce que «aceptar dinero público para capitalizar Caja Madrid fue un error». «Fue un error porque lo que yo esperaba que fuera una fusión de varias cajas de ahorro con muchos años por delante para digerirla, pocos meses después los planes del Gobierno era que saliéramos a Bolsa», ha explicado Rato en Capital Intereconomía.
Rato cree que podía haberse marchado cuando el Gobierno le pidió sacar a la Bolsa la entidad «en el peor momento para la Bolsa europea». En este sentido, se ha mostrado muy crítico con el entonces ministro de Economía, Luis De Guindos, quien le echó «sin que hubiera ningún movimiento en la acción, sin que los clientes hubieran retirado sus fondos, sin que las casas de bonos hubieran atacado a los bonos de Bankia, BFA o Caja Madrid».
«No podíamos sobrevivir a un Gobierno que se apoya en nuestros bancos competidores para intervenir Bankia», añade. «Guindos me dijo que quería echar a Miguel Ángel Fernández Ordóñez como gobernador del Banco de España, pero no pensé que fuera a hacerlo. Igual que me echó a mí, le echó a él. Es una forma muy peculiar de ejercer la autoridad».
Rato ha presentado en Radio Intereconomía su libro «Hasta aquí hemos llegado» con el que intenta «retratar lo que ha sucedido, contar los hechos, no hacer juicios de valor sobre nadie. No es un ajuste de cuentas al Gobierno de Mariano Rajoy. Cuento los hechos que han sucedido. No me interesa ajustar cuentas con nadie. El pasado pasado está y no hay quien lo reescriba».
Dura estancia en prisión
Sobre sus años en la cárcel asegura que es una experiencia «muy dura» en la que tuvo la «suerte de encontrarme con gente dentro que me ayudó mucho como Luis Bárcenas o Guillermo Ortega».
Preguntado por la política actual y las elecciones generales del 23 de julio afirma que «la política sigue siendo política, es la lucha por el poder, son sentimientos muchas veces más que ideas», y que las encuestas anticipan una victoria del centroderecha, lo que» indica que la gente quiere un cambio».