La península de Corea continúa siendo uno de los focos más tensos y complejos en la geopolítica mundial. Corea del Norte y Corea del Sur, divididas desde la Guerra de Corea en 1950, mantienen una relación marcada por la confrontación y la búsqueda de equilibrio de poder. Mientras que Pyongyang desarrolla su programa nuclear y militar, Seúl busca fortalecer alianzas internacionales, principalmente con Estados Unidos, para garantizar su seguridad. La presencia de armas nucleares en Corea del Norte genera preocupación global, ya que representa una amenaza para la estabilidad regional y mundial.
Expertos como Ramón Pacheco y Víctor Cha señalan que la situación no solo es un asunto de armas, sino también de ideologías y políticas internas. La diplomacia ha tenido altibajos, con momentos de diálogo y otros de tensión máxima. La región también se ve influenciada por las dinámicas de Estados Unidos, China y Rusia, que buscan mantener su influencia en la península. La realidad actual muestra un escenario donde la paz aún es un objetivo lejano, pero también una posibilidad que requiere esfuerzos diplomáticos constantes y una comprensión profunda de las complejidades históricas y políticas de ambas Coreas.