Vietnam adopta con éxito la estrategia de China de crear islas artificiales para fortalecer su presencia en el Mar de China Meridional. Durante más de una década, Pekín ha expandido su territorio naval mediante la construcción en islotes y atolones, consolidando su control sobre áreas disputadas y asegurando rutas marítimas estratégicas. Ahora, Vietnam ha comenzado a utilizar las mismas herramientas, levantando islas artificiales en la región, específicamente en las Islas Spratly, en un intento de contrarrestar la expansión china y afirmar su soberanía. Esta estrategia, aunque técnica y compleja, se enmarca en un contexto de tensiones internacionales y disputas territoriales que involucran a varias naciones en el Mar de China Meridional. La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR) establece reglas para la delimitación de zonas marítimas y la soberanía, pero la creación de islas artificiales genera controversia y desafíos legales. La acción de Vietnam refleja una tendencia regional de fortalecer posiciones mediante la ingeniería territorial, en un escenario donde la competencia por recursos y rutas marítimas se intensifica. La situación plantea un escenario de alta tensión, con implicaciones para la seguridad y la estabilidad en una de las zonas marítimas más disputadas del mundo.