“Homines sanus in planeta sanus”: Coca Cola apuesta por una recuperación verde para cuidar del planeta y las personas

“Homines sanus in planeta sanus”: Coca Cola apuesta por una recuperación verde para cuidar del planeta y las personas

27 enero, 2021
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Actualizado: 27 enero, 2021 11:44
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No va a ser nada fácil olvidar el 2020, un año que va a pasar tristemente a la historia de la Humanidad, donde las pandemias anteriores nos sonaban muy lejanas en el tiempo, como algo que ahora sería imposible que nos ocurriese. Pocas veces en su historia, y nunca en los tiempos modernos, se ha enfrentado la Humanidad a una situación tan desafiante en tiempos de paz. El coronavirus ha sacudido al mundo, que no estaba preparado, nunca se está cuando no se espera, para una emergencia de tal calibre, y ha causado una crisis sanitaria, social y económica sin precedentes.

También nos ha recordado nuestra fragilidad como especie; que pertenecemos a algo mucho más grande, el planeta Tierra, cuya salud está indisolublemente ligada a la nuestra. En este sentido, uno de los pocos aspectos positivos de la pandemia es que ha hecho patente que ya no podemos posponer la lucha contra el cambio climático, que hay que actuar ya.

Es urgente que los compromisos adoptados por los líderes políticos en los foros internacionales, como el Acuerdo de París, se conviertan en realidad y se aceleren los planes para alcanzar la neutralidad de carbono. Del trato correcto al planeta éste nos lo devuelve en salud, en bienestar y prosperidad.

Y es que las medidas que tomemos hoy para la recuperación económica configurarán el mundo del futuro. Por ello, cada vez más voces instan a aprovechar esta oportunidad para transitar hacia una economía sostenible, pues, entre otras cuestiones, frenar el cambio climático es clave para evitar nuevas pandemias.

En este camino, ciudadanos, activistas y líderes políticos no están solos. Las empresas también están redoblando su apuesta por transformar el modelo económico actual, algo que ya es el propósito de muchas de ellas. Su futuro depende de un trato responsable al entorno; de nada sirve producir mucho y mal hoy si mañana no va a tener a quien ofrecer sus productos, en un planeta irremediablemente enfermo.

Es el caso de Coca-Cola, que se ha unido a iniciativas recientes como la Alianza Europea para una Recuperación Verde, promovida desde el Europarlamento para que las inversiones futuras cumplan los principios ecológicos; Recover Better, impulsada por el Pacto Mundial de la ONU para que los gobiernos den prioridad a la acción climática; y Build Back Better, de la Fundación Ellen MacArthur en apoyo de la economía circular.

Una preocupación por el medioambiente y el cambio climático que no es nueva en la compañía, pues Coca-Cola lleva años con la sostenibilidad en el centro de su modelo de negocio, una de las compañías punta de lanza en su responsabilidad y respeto con el medioambiente, con la sociedad que la rodea, de la que se nutre y a la que debe devolver, podríamos llamar los dividendos ecológicos de su beneficio.

Ya en 2017 presentó su estrategia Avanzamos para Europa Occidental, una reestructuración de su proyecto activo de sostenibilidad en la que se marcó nuevos y ambiciosos objetivos para 2025. Se trata de una serie de metas muy concretas que giran en torno a seis ejes:

  1. Ofrecer bebidas con un menor contenido en azúcar.
  2. Utilizar envases más sostenibles.
  3. Ser un agente de cambio positivo en la sociedad
  4. Hacer un uso eficiente del agua
  5. Reducir emisiones
  6. Trabajar con una cadena de suministro responsable.

Así, por ejemplo, tiene en marcha un ambicioso programa para reducir las emisiones de carbono, principales responsables del calentamiento global. El objetivo para 2025 es reducir un 50% las emisiones en sus operaciones directas con respecto a 2010.

En esa misma línea, trabaja para que sus envases sean más sostenibles cada día, pues estos juegan un papel crucial a la hora de reducir la huella de carbono. Para lograrlo, introduce criterios de ecodiseño e impulsa la innovación para reducir el peso de sus envases, aumentar el uso de material reciclado y mejorar su reciclabilidad, además de buscar soluciones para luchar contra la basura marina en el marco de la economía circular. Sus metas para 2025 son recoger y reciclar el 100% de los envases que comercialice, que el 100% de sus envases sea reciclable y que el 50% del plástico que utilice sea reciclado.

El compromiso con la Agricultura

Sin olvidar tampoco su compromiso global con la agricultura sostenible y un uso responsable del agua, que juegan un papel clave en el cambio climático: todas sus plantas cuentan con planes de protección de las fuentes de agua; devuelve cada año el agua que contienen sus bebidas a través de proyectos en zonas de gran valor ecológico; y tiene como meta reducir un 20% el uso del agua en el proceso de fabricación con respecto a 2010. Además, se ha comprometido a que el 100% de sus principales ingredientes agrícolas sean de origen sostenible. Devolver en buen estado a la naturaleza lo que  le ha prestado para la fabricación de los envases y la elaboración de las bebidas es fundamental para no desgastarla, y al final, destruirla.

Cambio de hábitos con el coronavirus

Por otro lado, el coronavirus está acelerando los cambios en los hábitos de vida de los consumidores, cada vez más preocupados por su bienestar. En este sentido, Coca-Cola apoya las recomendaciones de la OMS de limitar la ingesta diaria de azúcares añadidos para combatir la obesidad y promueve un consumo equilibrado e informado.

Para ello, trabaja e innova para disminuir o eliminar el azúcar en su oferta de bebidas y, como resultado, seis de cada diez productos que vende son bajos en o sin calorías. Además, en los últimos tiempos ha multiplicado sus lanzamientos para ofrecer más opciones de bebidas, en envases más pequeños y con información nutricional clara y fácil de encontrar.

Estos compromisos forman parte intrínseca de la doble misión de Coca-Cola desde su nacimiento en 1886: cautivar a la gente con sus bebidas y marcar la diferencia en la vida de las personas, la sociedad y el planeta, que esté rico de sabor no es contrario a una elaboración sana y sostenible. Un propósito de inspirar e impulsar cambios positivos que quizás nunca haya cobrado tanto sentido como en estos momentos difíciles que estamos viviendo.

La capacidad humana para sobreponerse a las adversidades es infinita. Saldremos de esta crisis, como lo hicimos de otras en el pasado. Pero es indudable que no podemos seguir actuando de la misma manera.

La pandemia nos ha recordado tres cosas de vital importancia: que somos vulnerables, que nuestro bienestar está unido al del planeta y que juntos somos más fuertes. Por eso, más que nunca, es el momento de ser valientes. De, entre todos, trabajar por una recuperación verde.

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