Pedro Sánchez, que estudió en una institución privada, el Real Colegio Universitario María Cristina, que ni siquiera tiene el rango de universidad, -está concertado con el San Pablo CEU y la Universidad Complutense- y que realizó su polémica tesis doctoral, bajo acusaciones de plagio, en otra universidad privada, la Camilo José Cela, la emprende ahora contra los centros universitarios privados, a los que llega a calificar de «chiringuitos financieros».
Dice Sánchez que nuestro sistema universitario público «corre un riesgo evidente y «está en riesgo un modelo de educación superior en el que el acceso universal y la garantía de calidad y excelencia están deliberadamente amenazadas». Y lo está «por la voluntad de quienes pretenden fragmentar y privatizar nuestra universidad» y «están dispuestos a que la igualdad de oportunidades deje de estar garantizada», añadió. A su juicio, la fórmula es la misma que utilizan con la sanidad pública: debilitarla y cuestionarla, para después privatizar. «Primero recortan recursos, para minar su funcionamiento y después, se cuestiona su servicio y calidad, precisamente afectados por los recursos que se detraen. Y finalmente, cuando el deterioro es evidente, presentan la privatización como única salida», ha mantenido.
El jefe del Ejecutivo ha alertado de que este proceso «ya está en marcha». Y como no, arremete contra Isabel Díaz Ayuso, su verdadera pesadilla a la que no ha podido derrotar en una elecciones en los últimos años. «Aquí, en Madrid, -dice el líder socialista- el gobierno autonómico ha recortado casi un 30% la financiación de las universidades públicas desde 2016, y en Andalucía, el presupuesto universitario lleva seis años completamente congelado». Algo que lleva a la «merma de calidad del sistema» y que es «la consecuencia lógica de priorizar los regalos fiscales a los que más tienen y recortar los servicios de todos».
Sánchez califica a los centros universitarios como «chiringuitos financieros»
Además, Pedro Sánchez ha apuntado que «mientras se ahoga desde el punto de vista de la financiación a las universidades públicas, se extiende una alfombra roja a la creación de nuevos centros para hacer caja convertidos en «chiringuitos educativos», lo que desprestigia también a las magníficas universidades privadas que tenemos en nuestro país, y que son una referencia internacional. En definitiva, dijo, «la universidad no puede ser una fábrica de títulos sin garantías. Lo que está en juego no es solo la educación, es la confianza de toda una sociedad en sus profesionales y en sus instituciones».
Por último, el presidente ha pedido a la ciudadanía «que se unan en la movilización en defensa de lo público y de la igualdad de oportunidades. En defensa de esa universidad que nos une y ennoblece como sociedad y como país y que nos permitió poner en marcha, de una vez por todas en nuestra historia, el ascensor de la movilidad social. De todos depende que ese ascensor no se vuelva a detener nunca más», concluyó. El por si acaso, a porque quizás no le daba la nota de selectividad, estudió en un colegio universitario concertado, el Real Colegio Universitario María Cristina. Es decir, que nunca ha pisado una universidad pública para formarse.
Una universidad no puede ser una fábrica de títulos sin garantías, asegura Sánchez que estudio en un colegio concertado con la Universidad San Pablo CEU y la Universidad Complutense
Ha anunciado que el Gobierno llevará mañana al Consejo de Ministros, para su tramitación urgente, no se sabe que de urgente tiene esta medidas, el endurecimiento de los criterios de creación, reconocimiento y autorización de universidades y centros universitarios, porque «una universidad no puede ser una máquina expendedora», ni «una fábrica de títulos sin garantías».
«Vamos a perseguir las prácticas que atenten contra el prestigio de nuestras universidades, públicas y privadas, para que cumplan con nuestros estándares de calidad y aseguren la excelencia de los profesionales que nos cuidan y nos defienden», ha avanzado el presidente, que explicó que se hará de tres formas.
Mínimo de plazas
En primer lugar, se reforzarán las exigencias para garantizar que las universidades sean proyectos de calidad. Por ello, al informe de la Conferencia General de Política Universitaria, se añadirá un informe de evaluación preceptivo elaborado por la ANECA o las agencias autonómicas equivalentes. Un informe que sea vinculante en el proceso de creación de nuevas universidades, garantizando así un control riguroso e independiente. En segundo lugar, «endureceremos los criterios de apertura» y «se exigirá una masa crítica mínima de 4.500 estudiantes en los primeros cinco años de ejercicio», y deberán asumir el «compromiso de disponer al menos de un 10% de plazas de alojamiento universitario para facilitar el acceso a la vivienda».
Además, se exigirá experiencia en gestión universitaria a sus promotores, y tendrán requisitos más estrictos en materia de investigación, para asegurar un compromiso real con la generación de conocimiento. Y, en tercer lugar, el Ejecutivo propondrá que las universidades online se consideren de ámbito nacional, porque su radio de actuación académica es en la práctica todo el Estado. «Por ello, solo podrán ser autorizadas con la aprobación de las Cortes Generales, para reforzar la supervisión y garantizar su calidad académica en beneficio de los estudiantes de todo el territorio», ha señalado.
El líder del PSOE dice que muchas universidades son negocios de corto plazo que solo beneficia a unos pocos
«Sé que debemos hacer mucho más para proteger y fortalecer nuestro sistema universitario. Todas las administraciones con competencias en este ámbito lo deberían hacer», ha remarcado. «Pero ante la inacción de unos o la gestión irresponsable o deliberada de otros, no les quepa la menor duda de que el Gobierno de España actuará», porque «hay mucho en juego» y «toca elegir entre un modelo de educación superior universal, de calidad, que dé oportunidades a quien las necesita y que cohesiona el territorio, o un modelo que discrimina entre quienes pueden pagar y quienes no» y «que no quiere que las universidades sean lugares de encuentro donde surjan la innovación y el conocimiento que nos enriquece a todos, sino negocios de corto plazo que benefician solo a unos pocos», recalca Sánchez.
Durante su intervención, el presidente del Gobierno ha asegurado que «la historia de la universidad pública española «es una historia de éxito». «Esa fue nuestra gran apuesta de país: una universidad pública que apuntalara el progreso y la cohesión social y que abriera sus puertas de par en par a toda la sociedad», y que se convirtió en un verdadero «ascensor social». Eso sí, lo poco o lo mucho que sabe de economía no lo aprendió en una universidad pública, sino en una privada. Ni siquiera su tesis doctoral pasó por el tribunal de una institución pública, sino que lo hizo igualmente en una privada, en la Camilo José Cela, tutelada por el exministro de Zapatero Miguel Sebastián, premiado más tarde con un asiento en el consejo de Indra, y escrita por Carlos Ocaña, premiado con un asiento en el consejo de Telefónica y más recientemente con una vicepresidencia.