Los jefes de Finanzas del G20 no consiguen un comunicado conjunto por las divisiones por Ucrania
La apremiante crisis de seguridad alimentaria y energética no fue motivo suficiente para que los jefes de Finanzas del G20, reunidos en Bali (Indonesia), consensuaran este sábado un comunicado conjunto tras dos días de reuniones marcados por las divisiones por la invasión rusa de Ucrania.
«Creo que todos estamos de acuerdo en que esta reunión del G20 ha tenido lugar en circunstancias muy difíciles por la tensión geopolítica», subrayó la ministra de Finanzas indonesia, Sri Mulyani Indrawati, en rueda de prensa en la isla de Bali (Indonesia), donde tuvo lugar el encuentro.
«Algunos países tienen unas opiniones con respecto a esta guerra, y otros tienen opiniones diferentes, pero en la mayoría de los asuntos todos estamos de acuerdo», subrayó Indrawati, especificando que, de los catorce párrafos que resumen las conclusiones del encuentro, solo dos contaron con objeciones, sin dar más detalles.
Era el modo de la ministra de justificar que, pese al intento de Indonesia de mediar entre Rusia y sus socios y Ucrania y los suyos, no se había logrado un comunicado conjunto que sentara las bases del camino hacia la recuperación ante la presión inflacionaria que atenaza a los consumidores a lo largo y ancho del planeta.
Uno de los grandes escollos en las conversaciones entre los máximos responsables de las finanzas de los 20 principales países industrializados y emergentes fue acordar en qué medida se puede responsabilizar a la invasión rusa de Ucrania de la actual debacle económica.
Las reuniones estuvieron marcadas por las divisiones entre dos bloques: el de EE.UU. y sus aliados, del lado de Ucrania; y el de China y Rusia y los países más neutrales.
La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen -que llegó a Bali mientras la inflación se disparaba en su país en junio hasta el 9,1 %- la Unión Europea y Australia culparon estos días directamente a Moscú de los «inaceptables» precios, en palabras de la estadounidense.
Yellen exigió hoy desde Bali «acciones» a sus homólogos del G20 para abordar la crisis mundial de seguridad alimentaria y energética, y una de sus prioridades es impulsar un mecanismo para imponer un tope al precio del crudo ruso, un asunto que es anatema para Moscú y países como China e India.
Pese a ser uno de los objetivos de Yellen, Indrawati aseguró hoy que el pretendido tope no se discutió en las conversaciones multilaterales y que, «si acaso -matizó-, fue objeto de las charlas bilaterales».
La ministra consideró que las reuniones acabaron del «mejor modo posible», dadas las circunstancias, y enumeró los logros alcanzados, ensombrecidos por la falta de consenso acerca del comunicado final, que aviva los temores sobre la capacidad de acción del grupo.
Entre ellos, aseguró que el G20 se había comprometido a crear un foro entre ministros de Agricultura y Finanzas para atender las necesidades alimentarias y de fertilizantes, en línea con el que ya existe entre los de Sanidad a propósito de la pandemia de covid-19.
Acerca de esto último, la ministra destacó los avances del Fondo Intermediario Financiero (FIF), auspiciado por el Banco Mundial, para preparar la respuesta global a futuras pandemias, el cual, dijo, ya cuenta con una contribución de 1.280 millones de dólares y «será lanzado este año», con algunos países sumándose desde Bali.
«También hemos hecho progresos en cómo aumentar el peso del sector privado y las instituciones financieras en la lucha contra el cambio climático», agregó la indonesia, destacando asimismo la sintonía entre los miembros del grupo sobre la necesidad de regular las criptomonedas y los intercambios sobre fiscalidad internacional.
Unos avances no tan reseñables como habrían sido acuerdos concretos sobre la crisis energética y de los alimentos, pero que no dejan de ser un paso hacia delante en comparación con el anterior encuentro de Finanzas del G20 en abril en Washington, cuando Estados Unidos y sus socios abandonaron la sala en protesta por Rusia.
Esta vez sí hubo conversaciones -con Rusia enviando una delegación encabezada por el viceministro de Finanzas- sin que se boicoteara ninguna sesión, algo que Indonesia celebra, asegurando que continuarán las reuniones en el futuro.
«Es el mejor de los resultados posibles», reiteró casi aliviada la ministra, añadiendo que «el mundo necesita incluso más colaboración porque nos hemos dado cuenta de que ningún país puede resolver los problemas solo».
Según el banco central indonesio, el encuentro fue atendido en persona por 17 ministros de Finanzas y 10 gobernadores de bancos centrales, de un total de 407 delegados, además de 120 conectados telemáticamente.
El G20 está formado por Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, la India, Indonesia, Italia, Japón, México, el Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía, más la Unión Europea.
Entre los países invitados se encuentran España, Holanda, Fiyi, Camboya, Ruanda, Senegal, Singapur y Emiratos Árabes Unidos.