ICAL
El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, apostó hoy en Valladolid por “redoblar” los esfuerzos para que el relato del terrorismo no se “desvirtúe” tras comprobar que hay personas que pretenden legitimar algunas de estas expresiones violentas. No en vano, precisó que la experiencia muestra que lo que ahora parece “firme” mañana se puede debilitar. Y es que aseguró que los jóvenes tienen derecho a saber lo que ha ocurrido en España con el terrorismo, al considerar que no se puede construir un buen futuro si no se conoce bien el pasado.
Con motivo del acto del homenaje del Gobierno autonómico a las víctimas del terrorismo con motivo del 20 aniversario del 11 de marzo de 2004, atentados en la Comunidad de Madrid, que se saldaron con 192, de los que once eran castellanos y leoneses, García-Gallardo subrayó que la ciudadanía está obligada a recordar a las víctimas y sus familiares. “El terrorismo no es algo que les pasa a otros, nos pasa a toda la sociedad”, precisó. En este sentido, expuso, según recogió la Agencia Ical, que la resistencia frente al terrorismo, la no claudicación, el servicio a la memoria, la dignidad y la justicia de las víctimas son el “mejor tributo”. “No puede haber medias distintas, o se está con las víctimas o se está con los terroristas”, aseveró.
El acto que sirvió para homenajear a los fallecidos de Castilla y León el 11-M en los atentados yihadistas como Sara Encinas, natural de Yecla de Yeltes (Salamanca), de 26 años; Jose García, de Sanchotello (Salamanca), 46 años; Félix González, de Guaza de Campos (Palencia), de 52; Berta Gutiérrez, de Villanueva de Gómez (Ávila), de 39; Laura Isabel Laforja, de Valladolid, 28 años; Míriam López, de Muñogrande (Ávila), 31 años; Julia Moral, de Milagros (Burgos), de 53; Begoña Martín, de Béjar (Salamanca), de 25; Ambrosio Rogado, del Campo de Peñaranda (Salamanca), de 55; Nino Simón González, de Guardo (Palencia), de 45, y Carlos Soto, de Quintanilla de Onésimo (Valladolid), de 34 años. “En ellos, todos fuimos víctimas de quienes quisieron imponer sus ideas y quebrar nuestra sociedad a través de la violencia. Aunque ellos fueron los que pagaron el precio más alto, el mayor que se puede pagar, la propia vida. Por eso estamos obligados a recordarlos”, sentenció.
Los familiares de Ambrosio Rogado y Berta Gutiérrez, acompañados por los alcaldes de los municipios de los lugares de nacimiento de los fallecidos, así como los supervivientes de la tragedia como el soriano Antonio Cortés y el salmantino José Andrés Vicente recogieron las placas de reconocimiento, de manos del vicepresidente de la Junta. “Hoy queremos que sientan el abrazo de esta tierra y de sus gentes y que sepan que están y estarán siempre acompañados por este gobierno”, apuntó.
En presencia del delegado del Gobierno de Castilla y León, Nicanor Sen, y numerosos consejeros como Luis Miguel González Gago, Mariano Veganzones, Gerardo Dueñas y Gonzalo Santonja, entre otras autoridades, mostró el apoyo de la Junta al tejido asociativo de las víctimas e impulsará su testimonio en las aulas, que permitió que llegara unos 3.600 alumnos de 47 centros de la Comunidad. Además, anunció que continuarán con la promoción de las acciones de formación, sensibilización y actos institucionales como el celebrado hoy en la sede de la Presidencia en Valladolid por que son “tan necesarios” para mantener vivo el recuerdo. También, impulsará la organización de congresos, exposiciones y todo tipo de actividades para difundir la verdad sobre el terrorismo. Por último, crearán una cátedra de estudios para la deslegitimación del terrorismo con las cuatro universidades públicas de la Comunidad y los premios del Comisionado para las Víctimas del Terrorismo a trabajos de fin de grado, fin de máster y tesis doctorales que contribuyan a este fin. “Queridas víctimas, queridos familiares, esta tierra no se olvida de sus hijos. Gratitud eterna”, dijo.
García-Gallardo recordó que Castilla y León sabe bien lo que significa el terrorismo por que la Comunidad es la segunda con mayor número de víctimas. Además, apuntó de los 379 asesinatos cometidos por ETA que están pendientes de juicio, 70 de ellos fueron cometidos contra personas nacidas en Castilla y León. “70 víctimas, con sus respectivas familias, que siguen reclamando justicia. Una reivindicación del mayor valor ético que hacemos nuestra para exigir la reparación de vida y la defensa y la dignidad de los que murieron por todos nosotros”, apuntó.
El vicepresidente del Ejecutivo autonómico advirtió que la convivencia en paz sigue amenazada, pese a que han pasado dos décadas del 11 de marzo de 2004, al declarar que los datos del último informe sobre la situación y las tendencias del terrorismo en la Unión Europea demuestran que la barbarie sigue siendo una “grave” amenaza para los estados miembros. No en vano, apuntó que en 2022 se registraron 28 atentados completados, fallidos o frustrados y se culminaron 16, además de que la policía detuvo a 380 personas por delitos relacionados con el terrorismo. Además, los procedimientos judiciales dieron lugar a 427 condenas y absoluciones por delitos de terrorismo.