Abascal llena en Valladolid y acusa al PP de ser «el salvavidas del PSOE»

El presidente de Vox, Santiago Abascal, alertó hoy de que la España Interior no puede caer por “desesperanza en la traición y la deslealtad” con proyectos políticos provinciales que impongan el “modelo de los cuatreros del PNV y de Convergencia” que acaben con “nuestra patria”.

Abascal presentó en Valladolid, ante más de un millar de personas en la plaza de San Benito, donde fue aclamado como “presidente, presidente”, la Agenda España, que definió como una alternativa a la Agenda 2030 “globalista e izquierdista”, pero que suma el problema de que también la “ha abrazado el PP”. 

En ese marco, advirtió de que el “premio a los desleales, que han convertido el Congreso en un mercado persa”, y el “castigo a los leales”, como lo que representa en la historia de España Valladolid y Castilla, puede llevar a “la desesperanza” con “la traición y la deslealtad”.

Así, reseñó cómo Teruel Existe ha conseguido un escaño en el Congreso porque está “desatendida”, lo que compartió, pero añadió que Tomás Guitarte “se ha rendido al mejor postor” y ha unido “sus votos a los de Bildu”. “La España Interior no puede caer en la desesperanza, hay que hacer un esfuerzo excepcional”, animó a los asistentes. 

El líder de Vox, en un discurso de apelación al orgullo y autoestima de ser españoles y en la ciudad que fue capital de un imperio, pidió ser “exigentes” con los gobernantes para impedir que se extienda en las provincias “el modelo de los cuatreros del PNV y de Convergencia” y “sea el principio del fin de nuestra patria”. 

De esa manera, explicó que la Agenda España, que es una alternativa de gobierno y “no un relevo a los progres”, defiende la igualdad entre españoles “que ha lesionado la izquierda y una parte del estado autonómico”. 

La Agenda España, que animó a leer, defiende la protección de los españoles, la soberanía de la nación, la igualdad de todos y la esperanza frente a la desesperanza, por lo que aseguró que busca que los jóvenes tengan un empleo, familia y residan donde quieran frente a la política de “chiringuitos” y de apoyo a “los que no van a pagar nuestras pensiones”. 

“Nacer en Valladolid, en Palencia, en Castilla, no puede ser un demérito, los españoles más leales no pueden ser castigados, mientras los más desleales reciben un premio”, remarcó, aplaudido por los asistentes en numerosas ocasiones. 

En el día en que se ha conocido el acuerdo entre el Gobierno y el PP para que el exministro socialista Ángel Gabilondo sea el nuevo Defensor del Pueblo, el líder de Vox arremetió contra el PP, al que acusó no solo de haber “abrazado” la Agenda 2030 de “los progres y urbanitas” de izquierdas, sino también de ser “una fotocopia barata” del partido gobernante.

Abascal confesó a quienes piden a Vox que se entienda con el PP que el problema no es de su formación, sino de los populares, y señaló para qué y cuál es su posición, si la de Alberto Núñez Feijóo, presidente de Galicia, o la de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de Madrid. 

“Tiende la mano al Gobierno de la ruina y de la muerte, está más cerca de los socialistas que de Vox”, sentenció, pero avisó de que Pablo Casado “no será presidente” con los votos de su partido, sino que igual tiene que apoyar a Vox para que el presidente sea de esta formación. 

En la misma línea, reiteró que el PSOE “ha encontrado un salvavidas en el PP” para la reforma de los órganos institucionales, para “repartirse las instituciones sin contar con nadie”. A lo que sumó que el Gobierno que “pacta con separatistas, terroristas y comunista tiene el aliento del PP”. 

El presidente de Vox calificó la Agenda 2030 de “fanatismo verde lleno de restricciones del club de fans histéricos de Greta”, en referencia a la activista medioambiental sueca Greta Thunberg, así como hecha para “los privilegiados”, donde se refirió a quién puede comprar un coche eléctrico. 

«No responde a necesidades reales, son tonterías progres», zanjó, convencido de que la España Interior «se ahoga y las élites progres van a aplicar una ideología que no sirve para nada: ser obedientes mientras nos fríen a impuestos».