El Maestro Manuel Lillo nos deja
El Maestro Manuel Lillo falleció el 21 de noviembre de 2024, unos minutos antes de las 20:30, en un hospital madrileño tras luchar durante años contra una larga enfermedad.
Durante su última batalla, como en todas las precedentes, ha sido ejemplo de valor, optimismo, positivismo y fortaleza. Siempre ha tenido una sonrisa y mensajes reparadores para los suyos. Ha sido un hombre vital, activo, trabajador y colaborador hasta el final. Llegó a realizar alguna bagatela para el equipo médico del Hospital Clínico San Carlos donde recibió tratamiento durante los dos años en los que apenas se quejó, respondiendo siempre con un ‘Estoy bien’ o ‘Vamos a hablar de la música que es lo importante’ a las preguntas sobre su estado de salud.
En todo momento ha estado rodeado y amparado por su familia que le ha acompañado de la mano durante este camino.
El Maestro, cuenta con una larga carrera profesional como compositor musical que le ha hecho merecedor del reconocimiento y admiración de todos los compañeros de profesión y amantes de la música más genuina, contando con miles de fans que disfrutan de sus inmortales composiciones como son ‘Plaza de las Ventas’ o sus seis Conciertos para Requinto, que forman parte de las obras más estudiadas e interpretadas para los ejecutantes del instrumento más pequeño de la familia de los clarinetes.
Talento innato
Manuel ha gozado de un talento innato, de una infinita vocación que le llevó a amar todo lo que hacía y, como consecuencia, a disponer de una creatividad infinita.
Resalta el gusto, originalidad, categoría y calidad que imprimió en cada una de sus obras, teniendo una rúbrica muy personal en sus partituras: es fácil reconocer una obra del Maestro por su estilo propio.
Hasta el último de sus días, ha regalado uno de los bienes más preciados a los que hemos tenido la fortuna de disfrutarle en nuestras vidas: su generosidad, entrega incondicional y respeto del que dotaba todo cuanto hacía. Valores que le convirtieron en una parte destacada de la banda sonora de la historia nuestro país, especialmente de sus grandes acontecimientos y épocas.
Manuel Lillo Torregrosa nació en San Vicente del Raspeig (Alicante) un 26 de septiembre de 1940 y además de su labor como compositor, transcriptor y arreglista fue destacado instrumentista de distintas agrupaciones.
Una amplia formación musical
Manuel Lillo inició sus estudios de clarinete con el profesor Joaquín Chicano, piano con Antonia Jover y armonía con Antonio Moreno. Más tarde continuó sus estudios musicales en Madrid con Julián Menéndez y con su tío, el gran solista de trompeta de la Orquesta Nacional de España, Vicente Lillo Cánovas.
Desde el año 1959, Manuel Lillo formó parte de la Banda Sinfónica Municipal de Madrid en la especialidad de Requinto (Clarinete Eb) de la que fue solista. Fue colaborador de la Orquesta Nacional de España. Miembro fundador del LIM (Laboratorio de Interpretación Musical). También ha realizado colaboraciones como pianista en la BSMM, Banda Municipal de Alicante, o RTVE, Ha sido compositor de más de 700 obras musicales registradas en la SGAE, de las que más de 100 son sinfónicas y las restantes de género popular. Estas obras han sido grabadas y ejecutadas por diversos artistas. Las obras sinfónicas se han interpretado y estrenado en países de Europa, América, África y Asia.
Dentro de sus composiciones clásicas, el papel del Requinto (Eb Clarinet) y la familia de Saxos siempre tienen un lugar destacado. Prueba de ello son sus seis conciertos para Requinto y su larga lista de obras para ensemble de Saxos.