Alstom, con más de 3.100 trabajadores en España, anuncia 1.500 despidos en todo el mundo
El fabricante de trenes y de material ferroviario francés Alstom anunció este miércoles un plan global para reducir su deuda que implicará la supresión de unos 1.500 puestos de trabajo en todo el mundo, anunció la compañía. Con más de 3.100 empleados en España, Alstom cuenta con una planta industrial en Barcelona dedicada a la fabricación de todo tipo de material rodante, una fábrica de sistemas de propulsión en el País Vasco y, en Madrid, diferentes centros de innovación tecnológica para el desarrollo de proyectos en los ámbitos de la seguridad ferroviaria, la señalización, el mantenimiento y la movilidad digital.
El segundo mayor constructor ferroviario busca con esta estrategia reducir su posición de deuda neta en 2.000 millones de euros de aquí a marzo de 2025, indicó la compañía en un comunicado.
«El flujo de caja libre negativo de Alstom durante este primer semestre es una clara llamada al cambio. Aunque la demanda sigue siendo sostenida, a pesar de cierta volatilidad, nuestros resultados comerciales han sido flojos», admitió en el mensaje Henri Poupart-Lafarge, actual consejero delegado y presidente de la junta directiva de Alstom.
La compañía apuntó que la integración de Bombardier Transportation progresa, pero que la entrega del programa Aventra, de trenes eléctricos fabricados en el Reino Unido, «es más compleja de lo previsto».
«El crecimiento de la producción y las ventas se está acelerando. Estamos emprendiendo un plan de acción global para mantener nuestra calificación de grado de inversión y asegurar nuestros objetivos a medio plazo», prometió Poupart-Lafarge.
Alstom también venderá activos y estudia una ampliación de capital
Además del recorte de puestos de trabajo y de medidas como mejoras operativas para reducir los retrasos de entrega, el grupo, en función de las condiciones del mercado, venderá activos y considerará un incremento de capital.
También disociará las funciones de consejero delegado y presidente de la junta directiva, con lo que Poupart-Lafarge pasará a mantener solo el primer título a partir de la próxima junta general de accionistas en julio de 2024.
Este plan llega después de que, en octubre pasado, Alstom presentara unos resultados del primer semestre de su ejercicio fiscal, que comenzó el 1 de abril, y unas perspectivas para el ejercicio próximo mucho peores de lo que se había anticipado.
En esos resultados, que provocaron una fuerte caída en Bolsa, Alstom anunció que su flujo de caja entre abril y septiembre fue negativo por 1.150 millones de euros, comparados con los 45 millones también de pérdidas del mismo periodo un año antes.
Ese deterioro lo atribuyó en primer lugar al incremento de su cartera de pedidos en los últimos años, que se ha traducido en un fuerte aumento de la cadencia de producción (superior al 10 % anual) y eso en condiciones de tensión de la cadena de aprovisionamiento, lo que supuso una acumulación de existencias y activos para evitar rupturas en la fabricación.
También lo achacó a los retrasos en el programa Aventra y al descenso del nivel de anticipos recibidos en el primer semestre de su ejercicio fiscal.
Teniendo en cuenta esos elementos, Alstom estimó que su flujo de caja libre para el ejercicio 2023-2024 será negativo de entre 500 y 750 millones de euros, cuando antes esperaba que fuera significativamente positivo.