Besnier mantiene su silencio sobre la opacidad de las cuentas de Lactalis

Besnier mantiene su silencio sobre la opacidad de las cuentas de Lactalis

01 febrero, 2018
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Actualizado: 01 febrero, 2018 10:32
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Emmanuel Besnier, dueño de Lactalis con marcas reconocidas en España como Puleva, Ram, President, El Ventero, Flor de Esgueva, Galbani y El Castillo, entre otras muchas, guarda silencio sobre la falta de transparencia de sus cuentas.

Lactalis, una empresa no cotizada en Bolsa, tiene la obligación de publicar sus cuentas anuales, pero no lo hace desde al menos 10 años, según ha informado Intereconomía.com. No solo no presenta sus cuentas, sino que además tiene a un alto directivo en la vicepresidencia del Tribunal que le exige la publicación de sus cifras. Este alto cargo, Michel Peslier, también es consejero de Lactalis Nestle Productos Lacteos Refrigerados Iberia SA, tal y como se puede comprobar en las últimas cuentas registradas.

Besnier ha vuelto a salir a la luz pública por el caso de la salmonela y la situación del sector lácteo en Francia. Ni una de las cuestiones de Les Echos hace referencia alguna a la no publicación de cuentas, una falta de transparencia ilegal, pero sancionada con irrisorias multas. Según las últimas publicaciones, las multas ascendían a tan solo 1.500 euros, aunque la ley estipula el 2% de la facturación diaria por día de retraso en la publicación. Lactalis, que afirma facturar 17.300 millones de euros anuales, prefiere esconder sus números a la competencia y a los productores ganaderos, ya que así evita que se difundan sus abultados márgenes de beneficio.

En la entrevista a Les Echos publicada este jueves, ni una pregunta, y por tanto tampoco respuesta, hace referencia a la opacidad de Lactalis pese a que recientemente el Parlamento francés ha rechazado con el apoyo del Gobierno la enmienda Lactalis para endurecer las sanciones a las empresas que no faciliten sus números. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, afirma que se integrará esta enmienda en una norma de Agricultura, pese a que debería encargarse el propio Ministerio de Economía o Hacienda del asunto.

«No se puede descartar que los bebés hayan consumido leche contaminada» entre 2005 y 2017

Besnier, por otro lado, ha afirmado que el caso de la salmonela, que podría afectar a cualquier otra empresa dedicada a este sector, tendrá un impacto de «cientos de millones de euros» en sus cuentas ya que está perdiendo licencias de exportación, como ha sucedido en algún país de África. Asimismo, ha admitido que el escándalo podría remontarse al año 2005, ya que la cepa descubierta a finales de 2017 es la misma detectada hace 12 años. «La bacteria responsable de los problemas es la misma que en 2005, cuando no éramos propietarios del sitio», ha afirmado Besnier. «Estaba confinado a la infraestructura de la torre número 1. Antes del 1 de diciembre no teníamos los elementos para asegurarlo», ha indicado. Asimismo, ha asegurado que «tuvimos dos alertas de salmonela en agosto y luego en noviembre en el medio ambiente», pero la retirada de productos no se realizó hasta diciembre. «Cuando eso sucede, limpiamos hasta que todo esté en orden. Y reanudamos la actividad», ha apuntado.

Al mismo tiempo, ha afirmado que se encontró la salmonela en «el medio ambiente», pero admite: «No se puede descartar que los bebés hayan consumido leche contaminada durante este período».

Además, ha admitido errores e incumplimientos en la retirada de productos contaminados. Según Besnier, tan solo se ha retirado la mitad de los lotes de leche infantil producidos en la fábrica de Craon.

A su juicio, los errores son «humanos», al tiempo que realizaron 11.000 visitas a farmacias y guarderías para retirar los productos de leche infantil. Las visitas a los supermercados subieron a 13.000. «Pero no pensamos que podría haber un problema. Normalmente, estos procedimientos se dominan», ha indicado. Al mismo tiempo ha advertido que ninguno de los 16.000 análisis llevados a cabo en 2017 dio positivo. «Tenemos dudas sobre la sensibilidad de las pruebas. No es posible que haya cero prueba positiva».

Las dos marcas más afectadas por este escándalo son Picot y Milumel. «Las reiniciaremos. Llevará tiempo, pero no creemos que se vean afectados irremediablemente. No tenemos el hábito de darnos por vencidos, especialmente porque el mercado de leche infantil está creciendo internacionalmente», ha explicado.

En cuanto al montante económico, ha aseverado que «será muy pesado. Varios cientos de millones de euros. Este caso también puede costarnos la aprobación de la exportación durante un período que no puede ser estimado», como ya ha ocurrido.

Asimismo, ha evitado señalar cuántos casos se han registrado por la contaminación de la legionela, al tiempo que ha afirmado que solo se han retirado la mitad de los productos contaminados en Francia.

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