Casi la mitad de los hosteleros cree que su negocio empeorará este trimestre
El 48,3 % de los empresarios de hostelería piensa que la situación de su negocio va a empeorar este tercer trimestre del año, según el último informe de indicador de confianza de la patronal Hostelería de España.
Según este documento, facilitado a Efe, el 27 % de los empresarios de este sector, sí se muestran optimistas sobre la evolución de sus establecimientos en este periodo -que coincide con los meses fuertes de la temporada turística- y el 24,6 % apunta a la estabilidad.
El índice de expectativas es, por tanto, negativo, frente a un segundo trimestre en el que la confianza de los empresarios se moderó, pues un 52,1 % de los responsables de establecimientos asegura que su negocio mejoró entre abril y junio.
En este último mes, ya la caja de bares y restaurantes había subido casi un 33 % sobre el mismo mes del año anterior y acumulaba un incremento del 55 % en el primer semestre, según los datos provisionales de la Encuesta de Indicadores de Actividad del Sector Servicios que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El informe de Hostelería de España recuerda que los efectos de la crisis de la covid-19 provocaron un «desplome» en la confianza de los hosteleros en 2020, con cifras negativas que no se habían registrado desde que se publica este indicador en 2009.
Tras varios vaivenes en función de la evolución de la pandemia y de las restricciones, que han afectado con fuerza al sector, al arranque de este 2022 repuntó la confianza empresarial que volvió a la senda positiva.
Sin embargo, en el segundo trimestre la valoración ya no es tan positiva, debido a una previsión de futuro negativa con los costes de las materias primas y de la energía como los problemas que más siguen preocupando.
La caída de la demanda es también una repuesta que escala posiciones entre las causas que, en opinión de los empresarios, más puede lastrar el futuro de sus establecimientos.
Y es que las visitas a bares y restaurantes pueden disminuir con la caída de la renta disponible de los consumidores derivada de la subida de precios generalizada que es, para los hosteleros, el factor externo que más les va a afectar.