China y los problemas con los frenos tumban el beneficio de BMW
El grupo automovilístico alemán BMW obtuvo un beneficio neto de 5.793 millones de euros entre enero y septiembre de 2024, lo que supone un 35 % menos que en 2023, tras firmar su peor trimestre del año ante el desplome del mercado chino y la paralización de las entregas por problemas con el sistema de frenado.
Según informó la compañía este miércoles en un comunicado, su facturación cayó un 5,8 % en los nueve primeros meses del año, hasta los 105.964 millones, después de que las entregas de vehículos se redujeran un 4,5 %, hasta los 1,75 millones de unidades.
BMW ganó un 85,5 % menos interanual entre julio y septiembre, con 389 millones, mientras que sus ingresos se redujeron un 15,7 %, hasta los 32.406 millones.
La compañía anunció en septiembre que había paralizado la entrega de más de 1,5 millones de vehículos en todo el mundo debido a problemas en el sistema de frenado integrado, lo que supone unos costes de garantías adicionales «en el rango alto de tres dígitos de millones de euros» que afectaron al tercer trimestre.
En este sentido, BMW confirmó este martes que había estado trabajando «arduamente para reemplazar los componentes del sistema de frenado integrado y está acelerando el tratamiento de los vehículos en manos de los clientes y en stock».
Además, señaló que prevé entregar antes de finales de años la mayoría de los vehículos en stock que se han visto afectados.
BMW factura un 4,3% menos por su división de automóviles
La cotizada germana facturó 90.863 millones en los nueve primeros meses del año por su división de automoción, un 4,3 % menos que un año antes, al tiempo que las motocicletas le reportaron 2.563 millones (-0,3 interanual) y los servicios financieros, 28.598 millones (+7 % interanual).
Con respecto a las entregas, la mayoría correspondieron a la marca BMW, que transaccionó un 2,3 % menos de unidades en los tres primeros trimestres del año, hasta los 1,58 millones.
Por su parte, las entregas de la marca Mini se desplomaron un 20,9 %, hasta las 166.684 unidades, mientras que la compañía vendió 3.970 vehículos Rolls-Royce, un 12,8 % menos interanual.
En el caso de las motocicletas, las entregas cayeron un 0,9 % interanual hasta septiembre, con 163.436 unidades transaccionadas.
Las entregas de la compañía cayeron en todas las zonas geográficas en las que opera a excepción de Europa y otros mercados, en las que crecieron un 1,4 % y un 0,8 %, respectivamente.
Por contra, el descenso fue especialmente pronunciado en China (-13,2 %) y Asia en general (-10,7 %), aunque también cayeron en las Américas (-2,3 %).
El resultado bruto de explotación o ebitda del grupo se redujo un 38,6 % en los nueve primeros meses del año, hasta los 6.028 millones, tras experimentar una bajada del 79,8 % entre julio y septiembre, hasta los 634 millones.
El flujo de caja libre del segmento de la automoción alcanzó los -2.480 millones en septiembre, frente a los 2.618 millones positivos de un año antes, debido al elevado gasto de capital.
La compañía, que redujo sus previsiones para 2024 el pasado septiembre, prevé unas entregas «sustancialmente más altas» y una combinación de productos «más sólida» en el cuarto trimestre, lo que espera que respalde sus resultados financieros.