El cierre Garoña costará 500 millones a los españoles y solo 100 a Endesa e Iberdrola

El coste del cierre de Garoña se estima en 600 millones de euros, 500 de los cuales los soportarán los españoles a través de la pública Enresa, y solo otros 100 pesarán sobre el balance de Nuclenor, participada por Endesa e Iberdrola al 50%.

Este miércoles se decide, al menos momentáneamente, el futuro de la central burgalesa de Garoña. El consejo de Nuclenor debatirá sobre esta planta nuclear, con la posición firme de Iberdrola de llevar a cabo el cierre, y la tibieza de Endesa, que ha pedido esperar a agosto para decidir si finalmente se decanta por su cierre.

En caso de seguir los pasos de la central de Zorita, cuya destrucción y desmantelamiento está previsto para 2019, Garoña tendrá un coste cercano a los 500 millones para los españoles, mientras que si Nuclenor, que cuenta con el aval del Consejo de Seguridad Nuclear pese a incumplir con los requisitos, decide reabrir la planta deberá invertir al menos 250 millones de euros.

Endesa ha defendido esperar a la actuación del Gobierno sobre este asunto. Y es que, si se reducen impuestos, se da una mayor vida útil o se incluyen las polémicas cláusulas de responsabilidad patrimonial del Estado en caso de que se decidiera después imponer el cierre la opción de la reapertura cobraría fuerza.

En la Junta de Accionistas, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ya aseguró que Garoña es «inviable» económicamente. Endesa, por su parte, exige dar un tiempo al Gobierno por si lloviera una bajada de impuestos o una indemnización sustancial para paliar costes. Desde el cierre en 2012, Iberdrola ha perdido cerca de 330 millones con Garoña.

En caso de desmantelarse, Garoña seguiría los pasos de la central de Zorita. El 11 de febrero de 2007 se inició la transferencia de la central nuclear José Cabrera por parte de Gas Natural Fenosa a la pública Enresa. Se iniciaba así el primer desmantelamiento de una central nuclear en España.

Zorita era la más antigua de España, con una vida útil desde 1968 hasta el 30 de abril de 2006. Tras el inicio de este desmantelamiento, se prevé que se deje la zona como un solar en 2019. Para este 2017 están previstos la desclasificación de edificios, así como los desmontajes radiológicos finales. El próximo año se llevarán a cabo demoliciones y excavaciones.