Cofrentes, la central nuclear que cierra en 2030, genera el 45% de la energía de la Comunidad Valenciana
La central nuclear de Cofrentes, que este lunes cumple 40 años y cuyo cierre está programado para programado para el 30 de noviembre de 2030, genera anualmente el 45 % de la energía producida en la Comunidad Valenciana, algo más del 3 % del total de España, que supone el equivalente al consumo de más de dos millones de hogares, mientras sigue vigente su cierre previsto para 2030.
Desde el inicio de sus operaciones, la planta ha estado acoplada a la red más de 310.000 horas y la energía eléctrica acumulada aportada ha superado los 300.000 GWh (el equivalente actual al consumo anual de más de 90 millones de hogares).
La instalación cumple este lunes, 14 de octubre, su cuadragésimo aniversario y se encuentra en la mejor condición en la matriz del Sistema Integrado de Supervisión de Centrales, de acuerdo con los datos del Consejo de Seguridad Nuclear.
Cofrentes presenta un factor de disponibilidad cercano al 90 %, cifra que la convierte en una de las centrales más fiables de su tecnología a nivel mundial, según destacan fuentes de Iberdrola, propietaria de la planta.
La compañía señala que las centrales de referencia tecnológica como Cofrentes están extendiendo su vida hasta los 60 años, o incluso hasta los 80 años especialmente en Estados Unidos.
Iberdrola asegura que la central de Cofrentes mantiene año tras año unos excelentes resultados en materia de seguridad
Iberdrola asegura que la central mantiene año tras año unos excelentes resultados en materia de seguridad, y la energía que genera contribuye a mantener la estabilidad y fiabilidad de la red eléctrica nacional, donde cada vez hay una mayor contribución de las fuentes renovables, como la energía solar fotovoltaica y la eólica.
Asimismo, ha sido pionera en la obtención de certificaciones ambientales. En 1995 fue la primera central nuclear española en conseguir el certificado de gestión ambiental de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) y, años más tarde, en 2016, fue la primera central nuclear española en obtener el certificado ambiental más exigente a nivel europeo, el EMAS III.
La planta es el principal dinamizador de la economía de la zona ya que crea empleo de calidad (1.000 empleos directos y unos 1.000 indirectos), más de 2.000 familias dependen de la central, y cada dos años, la recarga de combustible de la central -que se suele prolongar durante un mes- requiere la contratación de 1.300 personas adicionales.
Realiza inversiones recurrentes que tienen como objetivo la continua modernización y actualización tecnológica de la instalación, y suponen un importante estímulo para el empleo y la economía del entorno.
Un mix energético
Las cifras de producción ponen de relieve la importancia estratégica de la energía nuclear en el mix energético, poniendo énfasis en el compromiso con la generación limpia y la reducción de emisiones contaminantes y de gases de efecto invernadero, según afirma a EFE la portavoz de la central nuclear de Cofrentes, Amparo García.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 prevé el cierre escalonado de las centrales nucleares españolas en el periodo 2027-2035, de ahí la importancia de contar con fuentes de generación que aseguren el suministro.
En este sentido, García resalta que la energía nuclear es una base sólida y predecible que permite garantizar el suministro energético, especialmente en periodos de baja disponibilidad de recursos renovables como el viento y el sol.
Sin embargo, en la actualidad, la generación de este tipo de energía en España tiene una alta carga impositiva, de ahí la necesidad de garantizar la viabilidad económica en el actual marco regulatorio europeo, especialmente en lo referente a la racionalización de tributos y tasas.
«La energía nuclear es eficiente y competitiva, pero los altos impuestos inducidos a nivel nacional asfixian su rentabilidad», concluye.
De 1984 a 2024, la historia de Cofrentes
El Ministerio de Industria y Energía concedió el permiso de explotación provisional que admitía iniciar la carga de combustible, la realización de pruebas nucleares y la definitiva conexión de la central a la red peninsular de alta tensión, que se produjo el 14 de octubre de 1984.
Ese mes se alcanzó el 50 % de potencia térmica; en noviembre el 75 %, y el 18 de enero de 1985 ya se llegó al cien por cien.
Desde su puesta en funcionamiento, acumula una producción de 313.120 millones de kWh. El último año completo, 2023, generó 8.434 GWh.