Deloitte: El coste de los litigios de Banco Popular alcanzaba los 3.500 millones

Deloitte: El coste de los litigios de Banco Popular alcanzaba los 3.500 millones

17 julio, 2017
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Actualizado: 17 julio, 2017 9:49
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El informe provisional y oculto de Deloitte, clave en la liquidación de Banco Popular, apunta que los efectos de las contingencias legales pasarían de tener un coste de 1.300 millones a 2.400 millones, y hasta los 3.500 en el escenario más pesimista.

Es uno de los aspectos clave del informe, según recoge El País, junto a la valoración de los activos inmobiliarios, divididos en 8 bloques diferenciados. Bruselas ha asegurado que este informe no verá la luz por sus datos confidenciales, mientras que las demandas judiciales contra el Frob y la Junta Única de Resolución exigen en los tribunales que se de a conocer íntegramente.

La JUR esgrimió confidencialidad, mientras que los bufetes de abogados consideran que ese secretismo debía haber concluido con la liquidación y venta al Banco Santander por un euro. Según las nuevas filtraciones, el coste de los litigios para Banco Popular alcanzarían los 3.500 millones en el peor escenario posible, y de 1.300 millones en el más probable. Solo por la ampliación de capital del pasado verano, el Santander emitirá en septiembre 980 millones en deuda perpetua contingentemente amortizable, una solución que no abarca a todos los afectados, ya que tienen que tener guardadas las acciones en Banco Santander, Banco Popular o alguna de sus filiales, por lo que de tenerlas en otra entidad no les permite tener acceso a esta oferta.

Pero no solo los costes de los litigios supusieron una ampliación de capital de 7.072 millones para el Santander. Y es que, en el informe de Deloitte se señala que en el peor escenario el banco comprador tendría que realizar provisiones de 7.000 millones, pero esto sería el doble que en el escenario más neutral, 3.500 millones, y cerca del triple que en el escenario más optimista, 2.700 millones. Si bien, en realidad ya no podrá conocerse en qué escenario se movía Banco Popular, ya que la JUR ordenó su venta.

Según el informe, la valoración de los créditos fiscales y los activos fiscales diferidos tenían una valoración negativa de 2.700 millones, un montante que está claro y que genera también dudas sobre el cálculo.

Deloitte apuntó tres posibles escenarios para el Popular, +1.500, -2.000 y -8.200 millones en el peor de los posibles. El documento apunta también que se dividió el Popular en ocho partes: provisiones por créditos morosos, la valoración de las propiedades inmobiliarias, el efecto de los créditos fiscales, el coste de las posibles reclamaciones legales, los activos intangibles, la ruptura de las alianzas del banco con sus socios, el importe de la reestructuración y la valoración de filiales o empresas participadas.

Deloitte Bélgica, con 70 profesionales de Madrid y otros puntos europeos, se encargó de la valoración de Banco Popular, pero nunca del precio al que debería venderse la entidad financiera. Cada uno de esos bloques podría haberse vendido por separado, pero finalmente se optó por la oferta del Santander, el único banco que puso un precio encima de la mesa. La valoración de Popular antes de su caída era de 11.000 millones de fondos propios y otros 140.000 millones de activos, incluidos los inmobiliarios.

El más probable de los tres escenarios del informe de Deloitte, aunque oficialmente solo se han dado a conocer dos de ellos, era de 2.000 millones negativos, por tanto al Santander ya le estaba costando la compra no solo el euro, sino tratar de rentabilizar un banco con una valoración negativa y con una crisis de confianza total por parte de clientes e instituciones, que retitaron el dinero poco antes de su liquidación.

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