El hidrógeno verde no es competitivo y requiere una gran suma de subvenciones, según el CEO de Endesa
El consejero delegado de Endesa, José Bogas, cree que el hidrógeno verde sigue sin ser competitivo frente a otras alternativas y considera que alcanzar las cantidades previstas en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) es «muy difícil y va a necesitar unas subvenciones muy importantes».
«Pero la tecnología evoluciona muy rápido, así que ya veremos. Apuesto más por que el hidrógeno sea algo que se desarrolle en la próxima década», responde Bogas en una entrevista con EFE con motivo de la publicación del plan estratégico 2025-2027 de la compañía, en el que vuelve a quedarse fuera este vector.
Desde su punto de vista, la actualización del Pniec, que el Gobierno español remitió el pasado septiembre a Bruselas, «recoge una importante cantidad de hidrógeno» que «ha de ser un poquito más tarde». El documento introdujo nuevas metas como alcanzar los 12 gigavatios (GW) de electrolizadores para producir hidrógeno verde.
A modo de mantra, Endesa, propiedad en un 70 % de la italiana Enel, repite que esta es la «década de la electrificación». Primero, porque es factible, y segundo, porque es competitiva para los clientes.
Un Pniec «muy ambicioso» que requiere de inversiones millonarias que necesitan rentabilizarse
Sobre el Pniec, el consejero delegado de la energética española dice que es un plan «muy ambicioso» que necesita que se cumplan varias cuestiones. La primera estaría relacionada, precisamente, con la «clara apuesta por la electrificación» de la economía española, que el texto prevé que alcance el 35 % en 2030.
«Esto pasa por una fiscalidad menor a la electricidad», indica Bogas, e identifica un segundo aspecto vital, unas inversiones millonarias por parte del sector que sólo llegarán con una regulación que «incentive y retribuya adecuadamente» los desembolsos de estas empresas.
Además de esta «regulación incentivadora», apunta a modo de lista de deseos, que las metas fijadas por el Ejecutivo han de venir acompañadas de una «simplificación y agilización de los procesos administrativos», que «son muy lentos» en España y Europa.
Las redes, «columna vertebral» de la transición energética, según el CEO de Endesa
Durante la charla, Bogas presume de plan estratégico por ser el que «más inversiones contiene de siempre»: 9.600 millones de euros, un récord histórico para la empresa.
La partida más cuantiosa es la dedicada a lo que Endesa califica de «columna vertebral» de la transición energética, la red de distribución, a la que destinará 4.000 millones de euros, un 45 % más respecto a la estrategia 2024-2026.
De ese importe, casi la mitad se destinará a cumplir los objetivos del Pniec y atender la creciente demanda de nuevas conexiones que, a día de hoy, pueden verse rechazadas por falta de capacidad.
El consejero delegado de Endesa es optimista con respecto al éxito de la electrificación gracias al empuje de nuevos usos industriales, incluidos los centros de datos, y es que España «resulta un país absolutamente atractivo para la inversión».
Aunque sólo la evolución de las solicitudes de acceso a la red demostrarían que la demanda contenida en el plan nacional «es alcanzable y podría superarse» al final del periodo, para que ello ocurra «hay que preparar» estas infraestructuras.
Endesa pide adecuar la red a una mayor demanda
Por ello, valora la orden en la que el Ministerio para la Transición Ecológica parece invitar a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a mejorar la retribución de las redes eléctricas a fin de garantizar las inversiones.
Los distribuidores, como Endesa, son una actividad privada regulada conforme a la CNMC, de modo que no pueden invertir lo que quieran, pues esos costes pasan al consumidor, que paga no sólo por su consumo, sino también por los cargos de la política energética y los peajes por disponer de redes preparadas.
Bogas aclara. Pensar que invertir en estas infraestructuras puede conllevar un sobrecoste para el ciudadano viene de la conciencia de los últimos años, donde la demanda ha estado muy parada. Pero si crece, «habría campo» para reducir la tarifa.
La inversión en redes está limitada por el ‘tope’ dispuesto hace una década para cubrir el déficit tarifario. Esta primavera, el Gobierno publicó una consulta previa para modificarlo atendiendo al sector, que alega que el marco actual ha cambiado por completo.
«Es necesario (aumentar el límite) porque en redes se está invirtiendo 2.000 millones de euros al año cuando el Pniec habla de 5.200 millones. Es muy difícil, pero da una señal de que se necesita, a 2030, una inversión que es casi el triple de la que hemos venido haciendo», concluye.
Enel, atenta al mercado estadounidense tras la victoria de Trump
l consejero delegado de Endesa, José Bogas, considera que los «signos externos» tras la victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU. del pasado 5 de noviembre hacen pensar en una posible «ralentización» del desarrollo de las energías renovables en el país.
«Da la impresión de que lo que va a hacer es ralentizar. No creo que paralizar pero sí ralentizar», afirma en una entrevista con EFE Bogas, también director del Grupo Enel para Iberia, que asegura que, en cualquier caso, la multinacional de origen italiano continuará aprovechando las oportunidades que surjan en suelo estadounidense.
Desde su punto de vista, las señales, por lo pronto, sólo hacen prever una ralentización del despliegue renovable en EE.UU. porque «cada vez son más evidentes las consecuencias del cambio climático» y se es «más consciente de la importancia de ir sustituyendo los combustibles fósiles».
Actualmente, el Grupo Enel cuenta con capacidad renovable consolidada en los EE.UU. De hecho, Enel Green Power North America se encuentra entre los mayores productores de energía verde de la región a través de su cartera.
Durante la conversación, que tiene lugar después de que Endesa -participada en un 70 % por Enel- presentara su nuevo plan estratégico 2025-2027, Bogas aborda otros temas de actualidad, como la COP29, la conferencia de las Naciones Unidas sobre el clima celebrada en Bakú (Azerbaiyán).
Cambio climático
«Es absolutamente imposible olvidarnos del cambio climático. Puede ir más o menos deprisa», asevera.
A su modo de ver, el «gran problema» es que, a día de hoy, con los planes nacionales puestos en marcha, «estaríamos por encima de los 2,5 grados». Si a estos se suman las hojas de ruta anunciadas por los países, «se estaría en dos grados, un poquito menos».
Pero para llegar a lo que establecen el Acuerdo de París y el consenso científico, que el aumento de la temperatura media mundial se limite a 1,5 grados, «se requeriría un impulso tremendo» que Bogas, en el momento de la charla, ya no veía posible que se produjera en esta reunión.