El negocio de fabricación a terceros de Rovi se frena en proceso de venta
La facturación de la división de fabricación a terceros de Rovi ha experimentado un fuerte descenso. Mientras la farmacéutica considera la venta de esta área, los ingresos cayeron un 31% en los primeros seis meses del año, alcanzando los 118 millones de euros.
Como resultado, la participación de esta división en el total de las ventas de la compañía ha retrocedido a niveles previos a la pandemia, representando actualmente el 36% de los ingresos, una disminución significativa en comparación con el 49% registrado al cierre del año anterior.
El motivo principal de esta caída es el mismo que impulsó el negocio hace cuatro años: la vacuna contra el COVID-19 de Moderna. La demanda de esta vacuna ha disminuido casi por completo, y las previsiones de la biotecnológica estadounidense no auguran una mejora para el resto del año. Moderna ha reducido sus expectativas de ingresos para 2024, que en el primer trimestre se estimaban en aproximadamente 3.700 millones de euros, pero ahora se espera que estén entre 2.777 y 3.240 millones. Según la empresa, esta revisión se debe a una facturación «muy baja» en la Unión Europea este año.
Consciente de la disminución en ingresos provocada por el fin de la pandemia, Rovi lleva meses trabajando para compensar la menor producción para Moderna mediante la búsqueda de nuevos socios. El contrato más relevante firmado en los últimos meses se anunció en abril y con él se espera que los ingresos de esta área alcancen los 600 millones de euros.
Rovi dedicará una línea de producción de alta velocidad en su planta de San Sebastián
Sin embargo, este proceso llevará tiempo. Inicialmente, la compañía deberá recibir la tecnología del nuevo cliente (una gran farmacéutica cuyo nombre no ha sido revelado), validarla ante la Agencia Española del Medicamento y luego comenzar la producción de jeringuillas precargadas.
Según los términos del acuerdo, Rovi dedicará una línea de producción de alta velocidad en su planta de San Sebastián de los Reyes (Madrid), con una capacidad anual de 100 millones de unidades. El acuerdo tendrá una vigencia de cinco años a partir del inicio de la fabricación del primer lote comercial, previsto para 2026. El primer año completo de producción recurrente será en 2027.
Además, Rovi se prepara para iniciar en un futuro cercano la investigación y posterior fabricación de terapias avanzadas, enfocadas en enfermedades graves. Para ello, la farmacéutica, en colaboración con el Gobierno de España y el laboratorio Insud Pharma, ha creado una entidad semipública denominada Terafront. Esta nueva empresa ya cuenta con la autorización de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, tras haber notificado su constitución al regulador.
Es importante destacar que para la creación de Terafront se invertirá un total de 74,86 millones de euros. El Gobierno español aportará 36,68 millones, mientras que las farmacéuticas invertirán 38,18 millones entre ambas. Además, el presupuesto podría aumentar hasta 220 millones de euros, dependiendo de los proyectos que se desarrollen en el futuro.