El suministro de gas a España, en peligro por las tensiones entre Marruecos y Argelia

El suministro de gas a España, en peligro por las tensiones entre Marruecos y Argelia

Argelia garantiza a España todo el suministro de gas, pero a través de Medgaz, propiedad de Naturgy y Sonatrach, que no tiene aún la capacidad para sustituir al completo el gas que llega por el gaseoducto que atraviesa Marruecos
26 agosto, 2021
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Actualizado: 26 agosto, 2021 18:50
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La reciente decisión de Argelia de cortar las relaciones diplomáticas con Marruecos ha aumentado la incertidumbre y la preocupación sobre el futuro estratégico del gasoducto Magreb-Europa (GME), que desde su puesta en marcha en octubre de 1996 envía millones de metros cúbicos de gas desde el desierto argelino a España a través de territorio marroquí y es vital para los tres países y Europa. Si el gas ya estaba caro en España, y es uno de los productos que más influye en el precio de la electricidad, este nuevo problema puede disparar los precios de la energía a niveles impagables tanto para los consumidores como para las empresas.

Aunque el flujo no se ha interrumpido, la posibilidad de un cambio significativo en sus condiciones e incluso el cierre planea ahora con más fuerza, ya que el contrato firmado expira el 31 de octubre sin que las negociaciones para extenderlo parezcan progresar.

Semanas atrás, y en declaraciones al diario local «Le Jour», la directora general de la oficina marroquí de Hidrocarburos y Minas, Amina Benkhadra, aseguró que su país era favorable a renovar el contrato de la llamada «autopista del gas», una tubería de acero al carbono de más de 1.400 kilómetros de longitud por la que transitan cada año cerca de 9.000 millones de metros cúbicos de gas.

Un entusiasmo que no parece compartir Argelia, a tenor de las declaraciones de analistas locales citados por medios de prensa estatales, como la agencia de noticias local APS, que el pasado 21 de agosto calificaba el interés de Marruecos de «pura mentira, compartida por el soberano alauí”

“Si bien no es su primera mentira, al incursionar en el campo económico en general y del gas en particular, que le parecen desconocidos, el Makhzen añade dos mentiras. Argelia, con plena soberanía y autonomía de decisión, aún no ha decidido renovarlo», aseguraba el experto citado por la agencia oficialista.

DAÑO PARA MARRUECOS

Considerada clave en la política energética del Mediterráneo, la explotación del GME, promovido en los años ochenta por la española Enagás y la sociedad nacional argelina de hidrocarburos Sonatrach, obliga a una extensa y constante colaboración entre Argel, Rabat y Madrid en los cuatro tramos en los que se divide.

El paso por su territorio reporta a Marruecos con unos 800 millones de metros cúbicos de gas natural para cubrir una parte de sus necesidades energéticas, más una cantidad en comisiones que ronda el 7 % y supone en torno a 200 millones de euros al año.

Consciente de la situación, y aunque el gasoducto no es tan vital para su estrategia energética como parece serlo para la de Argelia y Europa, «Marruecos ha tomado medidas en los últimos años para apuntalar sus propias necesidades de seguridad energética».

«Ha dado un espaldarazo a los planes en favor de las renovables locales, por ejemplo, y también está trabajando en un posible plan de importación de GNL, a través de una unidad flotante de almacenamiento y regasificación (FSRU)», explica el analista energético Ed Reed, experto en la zona.

ARGELIA APUESTA POR LA ALTERNATIVA MEDGAZ

El ministro argelino de Energía y Minas, Mohamad Arkab, garantizó este jueves a España el suministro habitual de gas pero advirtió que lo hará a través del gasoducto de Medgaz, que une de forma directa a los dos países a través del Mediterráneo. A parte del GME, gestionado por la sociedad «Europe-Magreb Pipeline (EMPL)» -en la que participan el grupo español Naturgy, la energética portuguesa Transgas y la marroquí SNPP-, Argelia surte de gas a España y a Europa a través de otro gasoducto que parte del mismo desierto y atraviesa el Mediterráneo para desembocar en Almería.

En una reunión con el embajador de España en Argelia, Fernando Morán, el responsable dejó entrever que Argelia no está interesada en ampliar el contrato para el suministro a través de la otra gran tubería que vincula a ambos estados, el Gasoducto Magreb-Europa (GME), que atraviesa territorio de Marruecos, país con el que el gobierno de Argel rompió el martes sus relaciones diplomáticas.

Construido en los años ochenta por iniciativa de la energética española Enagás y la compañía nacional argelina de hidrocarburos Sonatrach, el GME tiene una capacidad de producción de 8.000 millones de metros cúbicos de gas anuales, los mismos que el de Medgaz.

Desde hace meses, tanto Marruecos como España y Argelia negocian la extensión del contrato, que finaliza el próximo 31 de octubre y que ahora parece amenazado por la crisis diplomática.

«Argelia mantiene su total compromiso de cubrir todo el suministro de gas natural de España a través del Medgaz», explicó el ministro en comunicado en el que subrayó las «excelentes relaciones energéticas bilaterales, en particular las relativas al suministro de gas natural al mercado español.

«La voluntad de Argelia es de fortalecer estas relaciones y promover la asociación entre los dos países en beneficio de ambas partes», resaltó.

AMPLIACIÓN DE MEDGAZ

En este contexto, Arkab recordó «los esfuerzos realizados por Argelia para garantizar la seguridad del suministro de gas natural al mercado español a través de las importantes inversiones realizadas para entregar gas natural en las mejores condiciones de este mercado».

Y destacó «los recientes proyectos iniciados, como el proyecto de ampliación de capacidad del gasoducto Medgaz que une directamente Argelia con España».

Sonatrach y la multinacional energética española Naturgy, propietarias de Medgaz, firmaron en julio pasado un acuerdo para poner en marcha este otoño la ampliación del citado gasoducto, que alcanzará los 10.000 millones de metros cúbicos al años tras una de 73 millones de euros (90 millones de dolares).

La inversión implica que un 25 por ciento del gas natural que se consume en España se canalizará a través de dicha tubería, que gracias a la instalación de un cuarto turbo compresor espera poder superar a final de años esos 10.000 millones de metros cúbicos previstos.

«Argelia dispone de las capacidades necesarias para atender la demanda «cada vez mayor» de gas de los mercados europeos y más en particular del mercado español, gracias a la flexibilidad en cuanto a capacidades de licuefacción de que dispone el país», resaltó.

Arkab aprovechó, asimismo, la reunión para recordar a las empresas españolas que Argelia ha aprobado una ley de Hidrocarburos más flexible y las invitó a «fortalecer aún más su presencia en Argelia y beneficiarse de las ventajas que ofrece la nueva legislación».

PROSIGUEN LAS NEGOCIACIONES

«Detrás de las belicosas posturas diplomáticas de Rabat y Argel, las negociaciones continúan. Marruecos no puede prescindir del 7 % de gas que toma. Argel no puede prescindir de los servicios de su vecino, al menos por el momento. Pero, por supuesto, la decisión argelina tendrá un impacto y condicionará la redacción final del acuerdo», aseguran a Efe fuentes diplomáticas en la zona.

Marruecos es proclive a abrir el gasoducto a otros socios con el objeto de beneficiarse del empuje de las empresas europeas, mientras que Argelia encuentra escasas alternativas, ya que su apuesta por transportadores de GNL a través de Hyproc, la filial de transporte marítimo de Sonatrach, tampoco es suficiente para compensar el agujero económico que supondría el cierre de la GME.

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