España gana en competitividad digital por las empresas y pierde por legislación y su dificultad para atraer y gestionar talento

España gana en competitividad digital por las empresas y pierde por legislación y su dificultad para atraer y gestionar talento

14 noviembre, 2024
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Actualizado: 14 noviembre, 2024 10:03
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La digitalización en el ámbito de las empresas ha permitido a España subir tres posiciones y recuperar su posición de hace dos años (28º) en el ránking mundial de competitividad digital de la Escuela de Negocios IMD. Por el contrario, pierde por la legislación para la investigación científica y por su dificultad en atraer y gestionar el talento digital, factor en el que registra una caída más pronunciada.

Este año, el ránking vuelve a estar liderado por Singapur, seguido de Suiza y Dinamarca, mientras que Estados Unidos se ubica en una cuarta posición.

Se advierte que las crisis que se viven a nivel geopolítico, y en particular la rivalidad y desconfianza entre China y Estados Unidos, pueden influir en la forma en que otros países desarrollan y utilizan las tecnologías digitales, y también podrían acentuar las tensiones en torno a la tecnología y la seguridad.

En el caso particular de España, el país registra avances en las tres grandes categorías del estudio: conocimiento (26º), tecnología (31º) y preparación para el futuro (29º), y si se entra en el detalle se observa que la mejora se debe a factores más específicos, como la formación y educación (31º) y el marco regulatorio (34º).

El factor más destacable es la agilidad empresarial (33º), en el que España sube diez posiciones y que refleja la forma en que el sector empresarial está asumiendo cada vez más los retos de la digitalización.

Las empresas muestran una agilidad que va en aumento y están siendo capaces de sacar provecho efectivo del uso de la Big Data y Analytics

Según un análisis de los resultados de España, las empresas muestran una agilidad que va en aumento y están siendo capaces de sacar provecho efectivo del uso de la Big Data y Analytics, a la vez que se les considera mejor preparadas para enfrentar las amenazas de la digitalización.

También se identifican como otros puntos fuertes en el caso español el índice de educación en informática, los robots en educación, y en investigación y desarrollo, y la velocidad de banda ancha de internet, aspectos en los que está entre los diez mejores a nivel mundial.

No obstante, el hecho de que España no esté más arriba que el puesto 28 se debe a las debilidades que los investigadores del Centro de Competitividad Mundial del IMD han detectado en su competitividad digital en relación con su capacidad de atraer y gestionar el talento digital, factor en el que registra una caída más pronunciada.

Ni legislación ni talento acompañan a España

Según los expertos del IMD -cuya sede principal se encuentra en Lausana (Suiza)- se ha observado que España tiene dificultades para atraer directivos con experiencia internacional y se nota cierta reducción de las habilidades tecnológicas y digitales de los equipos.

Otro aspecto que se valora negativamente es la legislación para la investigación científica.

Desde una perspectiva global, los resultados del ránking indican que las economías líderes en competitividad digital se caracterizan por su alto número de patentes de alta tecnología, su aplicación de los derechos de propiedad intelectual y la forma en la que aprovechan los beneficios de la gobernanza electrónica.

En el otro extremo están los países que sufren por la gran disparidad en el desarrollo de infraestructuras digitales, con muchos de ellos que carecen o tienen acceso limitado a la banda ancha, a un suministro de electricidad fiable y a redes de telecomunicaciones modernas, todo lo cual limita claramente su participación en la economía digital mundial. 

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