Gobierno vs Altadis o la batalla judicial por dos ‘Goyas’

La Audiencia Provincial de Madrid ha desestimado el recurso de la empresa tabacalera Altadis en su pugna con el Gobierno por dos obras de Goya, un retrato de Carlos IV y otro Maria Luisa de Parma, que la Justicia confirma, por ahora, que son de propiedad pública. La tabaquera, sin embargo, considera la sentencia ‘incongruente’ y afirma que recurrirá al Supremo, por lo que la batalla judicial por los valiosos cuadros continúa.

La Sección Decimonovena de la Audiencia Provincial de Madrid ha confirmado la sentencia de junio de 2019 en la que se daba la razón al Ministerio de Cultura. La compañía dice que la sentencia “es incongruente” y anuncia que apelará al Tribunal Supremo.

Los hechos se retrotraen varios siglos atrás. Los cuadros fueron pintados por Goya en el siglo XVIII por un encargo de la Real Fábrica de Tabacos, entonces de propiedad pública.

La pista de los cuadros y de su autoría se perdió hasta que a mediados de los ochenta del siglo pasado apareció un recibo de Goya sobre las obras en los archivos de la empresa pública Tabacalera, heredera de aquella primera fábrica de tabacos.

Los cuadros estaban colgados de la sala de juntas de la Compañía Arrendataria de Tabacos (antecesora de Tabacalera y de Altadis) en Madrid desde hacía años.

El Museo del Prado certificó entonces, tras un estudio técnico, que eran del maestro aragonés.

Tabacalera dijo que los cuadros eran suyos y el Gobierno en cierto modo lo aceptó y suscribió un acuerdo de cesión para su exhibición, de modo que durante años estuvieron expuestos al público y formaron parte de exposiciones gracias a ese acuerdo.

Altadis, empresa privada y heredera de Tabacalera, solicitó de vuelta los cuadros al finalizar ese acuerdo, en 2015, momento en que el Estado reclamó la propiedad y comenzó la pugna judicial.

En la primera sentencia se apuntaban varios hechos históricos: el primero es que en 1887 un inventario señalaba la existencia de ocho retratos de reyes pero sin dar cuenta de que fueran de Goya. También que 1896 el Estado pidió de vuelta esas obras, que nunca volvieron.

La propiedad que reclama Altidis, con el argumento de que las obras en su día eran de Tabacalera (su antecesora), no está probada, ya que “no cumple los requisitos legales para que permita la adquisición” de los cuadros, según señala la primera sentencia y confirma ahora la Justicia.

Es decir, el que los cuadros estuvieran en su poder no la convierte en propietaria de las obras.

Según la versión de Altadis, los cuadros siempre han permanecido en su poder, primero en la Fábrica de Sevilla, luego en la sede de la Compañía Arrendataria de Tabacos y Tabacalera, y el Estado siempre ha reconocido a Altadis “como legítimo propietario de los cuadros”, por lo que entiende que estos son suyos.

Altadis cree que la sentencia de la Audiencia Provincial “contiene contradicciones intrínsecas difícilmente salvables” y confía en que el Tribunal Supremo le dé la razón.