Las autopistas quebradas en manos del Estado serán reprivatizadas en junio

Las autopistas quebradas en manos del Estado serán reprivatizadas en junio

22 marzo, 2018
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Actualizado: 22 marzo, 2018 11:52
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Las autopistas quebradas en manos del Estado volverán a manos privados en junio mediante la adjudicación en dos bloques. Fomento ya ha preparado los pliegos para licitar de nuevo las autopistas, con la expectación generada sobre la polémica cláusula de responsabilidad patrimonial del Estado.

Según ha declarado Íñigo de la Serna, ministro de Fomento, en TVE, ya se está trabajando en los pliegos de condiciones de las nuevas licitaciones, por las que se espera ingresar cerca de 1.000 millones de euros, mientras que el coste de las autopistas en quiebra podría alcanzar los 2.000 millones de euros, según los cálculos más optimistas. Hasta el momento, el Estado ya ha asumido la R-4, R-2 y la AP-36.

La semana pasada, el director de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Terrestres (Seittsa), José María Piñero, avanzó que Fomento espera tener en junio los pliegos de licitación.

De la Serna ha recalcado hoy que el objetivo del Gobierno es realizar todo el proceso «en un tiempo récord», dentro de este ejercicio. Según apuntó Piñero la semana pasada, el proceso constará de dos fases (calificación y subasta) y durará unos cuatro meses, con lo que la firma de las nuevas concesiones se podría hacer en los dos últimos meses del año.

De la Serna ha reiterado que Fomento está asumiendo la gestión de las autopistas quebradas para volver a ponerlas en el mercado. El titular de Fomento ha explicado que las circunstancias de la nueva licitación no tienen nada que ver con las vigentes cuando tuvo lugar el concurso original. Según De la Serna, las autopistas en quiebra se licitarán con unas previsiones de tráfico más conservadoras y no se esperan expropiaciones de relevancia. Además, ha añadido, las autopistas ya están construidas y sólo deberán ser explotadas y mantenidas.

De cero euros a los contribuyentes a una factura superior a los 2.000 millones

En 2013, la anterior ministra de Fomento y ahora presidenta del Congreso, Ana Pastor, aseguraba que el rescate de las autopistas de peaje no iba a «costar nada» a los contribuyentes. No obstante, cinco años después la factura suma los 2.000 millones, con visos de superarlos ampliamente. En concreto, costará unos 106 euros por contribuyente.

Las concesionarias han exigido activar la cláusula de responsabilidad patrimonial del Estado, donde figuraban entre otros un número mínimo de tráfico, pero los cálculos resultaron demasiado optimistas, irreales, y más en plena crisis.

El Gobierno ha negado que se trate de un rescate, pero la realidad es la que es. De hecho, según el anterior pliego, en caso de quiebra, será el Estado quien responda de la deuda, es decir, que si a la empresa privada le va mal, como ha ocurrido con las autopistas de peaje quebradas, serán los contribuyentes quienes respondan ante los acreedores.

¿Eran necesarias las autopistas de peaje ahora rescatadas?

Los datos muestran una cruda realidad, opuesta a las optimistas estimaciones de los pliegos. Y es que, la mayoría de las autopistas rescatadas ni han registrado el tráfico programado y corren en paralelo a las autopistas que no pagan, por lo que los conductores solo se ahorrarían un poco de tiempo en hora punta. Su escasa utilidad ponen más que en duda el interés público de la misma, como fueron vendidas a la hora de adjudicarse.

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