Las fotovoltaicas presionan para dejar fuera de las subvenciones milmillonarias de la CE al gas y a la energía nuclear
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

Las fotovoltaicas presionan para dejar fuera de las subvenciones milmillonarias de la CE al gas y a la energía nuclear

01 febrero, 2022
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Actualizado: 01 febrero, 2022 17:23
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La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) ha mostrado su oposición a la propuesta de la Comisión Europea para considerar sostenibles las inversiones realizadas en energía nuclear y gas natural durante la transición energética.

En un comunicado, la asociación sectorial ha explicado este martes que rechaza la taxonomía de finanzas sostenibles de la Unión Europea, al considerar que la nuclear y el gas «no cumplen los criterios medioambientales que se requieren para ser etiquetadas como tales». En juego están miles de millones de euros que las empresas renovables quieren acaparar en exclusiva.

Así, el presidente de la UNEF, Rafael Benjumea, ha señalado que la inclusión de estas dos energías en la clasificación europea «podría restar inversiones que permitan el avance de la energía renovable», algo que Benjumea ha calificado como un error «muy importante».

Para la UNEF, esta decisión también afectaría negativamente a la inversión en almacenamiento e hidrógeno verde, y no impulsaría la bajada de los precios eléctricos, la competitividad y el respeto de la biodiversidad y el medio ambiente.

Esta declaración tiene lugar tras la propuesta formulada por la Comisión Europea hace unas semanas para financiar la transición energética considerando sostenibles las inversiones en energía nuclear y gas natural, y que divide a los países europeos.

Francia ha sido el país que más ha presionado para incluir la energía nuclear en la propuesta, mientras que Alemania ha apostado solamente por considerar sostenible las inversiones en gas natural.

Por su parte, España se ha opuesto de pleno a la medida, llegando a asegurar la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, que era «un paso atrás».

«No tiene sentido y manda señales erróneas para la transición energética del conjunto de la Unión Europea», explicó Ribera a principios de enero. 

Bruselas desvela el miércoles si considera sostenibles la nuclear y el gas

La Comisión Europea (CE) presentará este miércoles su propuesta para dirigir las inversiones hacia las energías limpias, conocida como taxonomía, en la que desvelará si coloca ciertas plantas de gas y las nucleares al mismo nivel que las fuentes renovables.

«Mañana el colegio abordará el acto delegado sobre la taxonomía. El tema será objeto de un reporte que será presentado por el vicepresidente (de Economía y Comercio) Valdis Dombrovskis y por la comisaria (de Servicios Financieros) Mairead McGuinness», anunció en una rueda de prensa el portavoz jefe de la Comisión Europea, Eric Mamer.

El Ejecutivo comunitario, que lleva varios años preparando la controvertida normativa, envió el pasado 31 de enero su propuesta a los Veintisiete y otras partes involucradas.

En ella se proponía considerar sostenibles las plantas nucleares con permiso de construcción antes de 2045 y las de gas para generación eléctrica que emitan menos de 270 gramos de CO2 por kilovatio hora hasta 2031 o menos de 100 gramos en el conjunto de su vida útil.

La CE dio de plazo hasta el día 12 para presentar comentarios y análisis al controvertido borrador, fecha que se amplió después hasta finales de enero.

Una vez presentada oficialmente la normativa, la taxonomía sobre la energía, que tiene forma jurídica de acto delegado, entrará en vigor si no se presentan objeciones con las mayorías necesarias en un plazo de dos meses.

El Consejo de la UE, que representa a los Estados miembros, puede rechazar la propuesta, pero para ello necesita formular objeciones por mayoría cualificada inversa reforzada, lo que significa que para oponerse al acto delegado se necesita al menos el 72 % de los Estados miembros (20) que representen, a su vez, al menos el 65 % de la población de la UE.

El Parlamento Europeo puede objetar por mayoría simple, es decir, por lo menos 353 diputados en el Pleno.

Francia lidera el bloque que aboga por recurrir a la energía nuclear, que apenas genera CO2 pero conlleva otros problemas como la seguridad o los residuos radiactivos, con el apoyo de países como República Checa, Hungría o Finlandia.

Alemania tampoco cree que la energía atómica deba considerarse sostenible, pero sí apuesta por el gas para transitar hacia una economía descarbonizada a mitad de siglo.

Y un tercer bloque de países, entre los que se encuentran España, Austria, Dinamarca o Luxemburgo, rechazan abiertamente ambas opciones y piden que no se le dé el mismo trato a las renovables que al gas y a la nuclear.

La plataforma de expertos que asesora a la Comisión Europea en el diseño de esta clasificación de inversiones sostenibles rechazó en un informe presentado la semana pasada que la energía nuclear y el gas natural sean concebidas como verdes en los términos planteados por Bruselas.

El Ejecutivo comunitario estaba esperando este informe, así como los comentarios de los Estados miembros y del Parlamento, antes de presentar y adoptar la norma definitiva. 

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