Los españoles destinan casi 1.357,8 euros en seguros al año, según un estudio de Mapfre

Los españoles gastaron en seguros una media de 1.357,8 euros en 2017, casi 13 euros menos que en el ejercicio anterior, cuando destinaron a este fin 1.370,6 euros, según el informe «El mercado español de seguros en 2017» elaborado por Mapfre.

Según este estudio, el volumen de primas del mercado asegurador español ascendió a 63.410 millones de euros el pasado año, un 0,7% menos que en 2016, y el sector redujo su peso en el producto interior bruto (PIB) español hasta el 5,45% frente al 5,71%.

El descenso de las primas en 2017 se debió a la caída de los seguros de vida, que registraron un volumen de primas de 29.407 millones de euros, un 5,6% menos. Este decrecimiento se compensó con los seguros de no vida, que encadenaron su cuarto año consecutivo de crecimiento al aumentar un 4%, hasta los 34.003 millones de euros.

De media, los españoles destinaron una media de 728,1 euros a los seguros de no vida, 26 euros más por persona, debido, entre otras razones, a la obligatoriedad del seguro de auto, mientras que los seguros de vida acapararon 629,7 euros por persona, frente a los 668,6 euros en 2016.

Dentro de la rama de no vida, los seguros de automóviles lideraron el ránking, al acumular 10.922 millones de euros, un 3,4% más que en 2016, seguidos de los de salud, con 8.062 millones y un incremento del 4,2%.

Por comunidades autónomas, los madrileños fueron los que más dinero gastaron en seguros en 2017, con una media de 1.607 euros y 155 euros más que en los últimos cinco años, seguidos de los catalanes, que pagaron 1.494 euros de media, unos 206 más que hace un lustro.

El director general del servicio de estudios de la Fundación Mapfre, Manuel Aguilera, ha explicado que el «buen desempeño» de la economía española favoreció «especialmente» el crecimiento de las líneas de negocio de los seguros de no vida, al aumentar la capacidad de consumo de los hogares y las empresas.

Aguilera también ha destacado que la «persistencia» del entorno de bajos tipos de interés en la zona euro ha vuelto a impactar en el negocio de vida ahorro, así como de las rentas vitalicias tradicionales.