Los principales retos de Álvarez-Pallete al frente de Telefónica

Los principales retos de Álvarez-Pallete al frente de Telefónica

30 marzo, 2016
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Actualizado: 30 marzo, 2016 0:00
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La venta de la filial británica O2, la creación de valor para el accionista y la reducción de la deuda figuran, según los analistas, entre los principales retos del nuevo presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, para quien de momento no hay sucesor como consejero delegado.

Álvarez-Pallete, muy activo en Twitter, ha utilizado esta red social para agradecer «todos los mensajes de felicitación» y expresar su «profundo agradecimiento» al actual presidente, César Alierta, de quien ha partido la propuesta para su designación.

El nombramiento de Álvarez-Pallete, que será el decimoprimero de la multinacional, será estudiado por el consejo de administración de la compañía en su próxima reunión del 8 de abril, y «por ahora», según fuentes de la compañía, no está previsto que se nombre un nuevo CEO.

El hecho de que no haya trascendido el candidato a ocupar el puesto de consejero delegado ha sido destacado por los analistas de Bankinter, que han precisado, no obstante, que se trata «de una decisión sin carácter de urgencia». «En el caso de Telefónica, el presidente es ejecutivo y por tanto toma las decisiones de gestión diaria de la compañía«, han apuntado, mientras que desde XTB han pronosticado que, cuando se nombre, «tiene toda la pinta de que será otro hombre de la casa«.

Ahorro Corporación, por su parte, ha considerado que el nuevo CEO será «muy de la cuerda» del nuevo presidente. Álvarez-Pallete toma las riendas de una compañía que acumula una deuda de 49.921 millones de euros a cierre de 2015 y que tiene una gran exposición a Latinoamérica y al riesgo cambiario, según han coincidido hoy en destacar diversos analistas.

«Es fundamental normalizar la situación financiera. La compañía está muy apalancada, derivado de las últimas operaciones corporativas, y ahora eso toca a su fin y ahora toca desapalancar y para eso hay que vender activos, incluso activos estratégicos», han apuntado desde Ahorro Corporación.

Otro reto, conectado con el de la reducción de la deuda es, como han recordado los analistas de Bankinter, la venta de O2, que está siendo analizada por la Comisión Europea, cuya decisión se espera para mayo.

Esta operación, por la que la multinacional espera cobrar 10.250 millones de libras esterlinas (unos 13.000 millones de euros al cambio actual), «es clave» para Telefónica porque de ella dependen, además, cumplir con sus objetivos de dividendo en 2016, han añadido.

En el mismo sentido se ha pronunciado el analista de Self Bank Felipe López Gálvez, que ha destacado como últimamente hay «bastante correlación» entre la cotización de Telefónica y la evolución del dólar y la libra.

La caída de la libra, debido a la incertidumbre sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea (UE), «perjudica a Telefónica si finalmente se aprueba esa venta de O2, porque la operación está denominada» en esa divisa, ha explicado.

La subida en las últimas dos semanas del dólar «también afecta a Telefónica», ha añadido el analista de Self Bank, ya que «tiene bastante deuda emitida en esta divisa». Los analistas de XTB, por su parte, han destacado que «lo que más le interesa a Telefónica» es tener «un euro débil» y «ahora mismo no está especialmente débil».

También enmarcada en su estrategia para reforzar su balance, Telefónica estudia la salida a bolsa hacia finales del segundo trimestre o principios del tercero, de Telxius, su nueva filial de infraestructuras, en la que la operadora quiere aglutinar sus torres y cables submarinos.

Por otra parte, han agregado los analistas, el nuevo presidente deberá hacer frente al debilitamiento de Latinoamérica (de donde proceden más de la mitad de los ingresos de la compañía), proseguir en la estrategia de digitalización y crear valor para el accionista, de forma que los títulos valgan más de lo que valen ahora.

Sobre el momento elegido para el relevo, los analistas de XTB y Self Bank descartan una influencia de la situación política. «Quizás se ha esperado a que el mercado estuviera más tranquilo«, han apuntado desde Self Bank.

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