Escuelas Católicas publica una guía para prevenir los abusos a menores
Escuelas Católicas Castilla y León aprovechó hoy la celebración de su asamblea anual, que contó con la presencia de la consejera de Educación, Rocío Lucas, y con cerca de 250 representantes de los 174 centros educativos, para presentar una guía para prevenir y reparar los abusos sexuales a menores.
El secretario general de Escuelas Católicas, Pedro Huerta, fue el encargado de presentar la publicación, elaborada con el objetivo de asegurar el compromiso de los centros escolares con la protección de los menores y la creación de espacios educativos seguros. El secretario general aseguró que esta guía es un paso más dentro del programa de Escuelas Católicas que ayudará a los colegios a actuar rápidamente y sin ambigüedad ante un posible caso, con la intención de “prevenir y reparar los casos de abusos sexuales en menores” en los más de 2.000 centros de la organización repartidos por toda España.
Pedro Huerta insistió en la necesidad de la existencia de la guía como “herramienta para actuar, proteger y reparar”, comprometiendo a la educación católica a asegurar a las familias y alumnos espacios de protección e intervención con los respectivos protocolos obligatorios para cuidar a su comunidad educativa.
Además, Huerta demandó “tolerancia cero” ante este tipo de acontecimientos y una transparencia comunicativa cuando se produzca una situación de acoso sexual en los centros educativos. De esta manera, el secretario general coincidía en varios puntos con la declaración de Escuelas Católicas Castilla y León, presentada también durante la Asamblea, que destacó el “fomento de la cultura del cuidado” para acabar con la lacra social de los abusos a menores y el acoso escolar. El documento pone de relevancia el desarrollo y divulgación de una formación continua, el acompañamiento de los afectados y familias, los procedimientos adecuados en torno a posibles denuncias y programas de atención a las víctimas.
Por su parte, la presidenta de Escuelas Católicas Castilla y León, Encarna González-Campos Jiménez, insistió en la necesidad de que la partida presupuestaria de ‘otros gastos’ experimente un incremento que compense “el déficit acumulado”. Además, advirtió que solo con ese incremento, “los centros educativos de la red pueden garantizar un mantenimiento seguro y de calidad de sus infraestructuras escolares y de la financiación del personal no docente”.
Además, desde Escuelas Católicas Castilla y León, se subrayó el hecho indispensable de que el módulo económico de los conciertos educativos se dignifique, “permitiendo el funcionamiento autónomo de los centros educativos” e igualmente, la necesidad de extender el concierto educativo al ciclo de Bachillerato y al primer ciclo de Educación Infantil (de 0 a 3 años), para beneficiar a las familias y asegurar el futuro de la calidad de enseñanza de Castilla y León, eliminando cualquier tipo de barrera que obstaculice el derecho a la prestación de una educación abierta, gratuita, plural y equitativa.
Por último, con el foco puesto en la preocupante situación actual de los problemas de salud mental entre jóvenes, la Asamblea reclamó en su declaración la necesidad de garantizar más recursos humanos y económicos para mejorar el desarrollo emocional y psicológico en la educación puesto que, estas situaciones, “pueden afectar al desarrollo íntegro del alumnado”.