El Gordo menguante: cómo la inflación y los impuestos afectan a la Lotería de Navidad

Sara Anguera. El impacto de la inflación, como un «ladrón silencioso», ha erosionado el poder adquisitivo del premio más icónico de la Lotería de Navidad en España, que lleva más de una década sin ajustarse. Aunque el importe del Gordo sigue siendo de 400.000 euros por décimo, su valor real ha disminuido significativamente debido al aumento sostenido de los precios desde 2011.

Una década de precios al alza

El premio principal, que no ha cambiado desde la crisis económica de principios de la década de 2010, hoy vale un 26,1% menos en términos reales, según los datos más recientes. Para equiparar su poder adquisitivo al de entonces, debería situarse en torno a los 504.000 euros.

A esta pérdida de valor se suma la retención fiscal del 20% que aplica Hacienda a los premios superiores a 40.000 euros. Esto significa que, de los 400.000 euros del premio, el ganador se queda con 328.000 euros netos, mientras que el resto se lo lleva el fisco.

A su vez, recordar que si el décimo premiado es compartido, la cuantía exenta se prorratea entre los cotitulares en función de la cuota que corresponda a cada uno.

Problemas de la lotería de Navidad y Hacienda

Otra cuestión relevante es la posibilidad de que el premio sea embargado en caso de deudas con la administración pública. Si una persona tiene impagos pendientes, como impuestos o multas, la Agencia Tributaria puede utilizar los fondos obtenidos del premio para saldar esas deudas. No obstante, el embargo solo puede aplicarse sobre la cantidad necesaria para cubrir la deuda, respetando siempre los bienes y cantidades consideradas inembargables por ley.

Comprar una casa: cada vez más difícil

En 2011, el precio promedio del metro cuadrado en España era de 2.112 euros, lo que permitía adquirir unas dos viviendas de 75 metros cuadrados con el premio neto. En 2024, el aumento del precio de la vivienda a una media de 2.360 euros por metro cuadrado reduce esa capacidad a 1,8 viviendas.

La situación es aún más complicada en regiones como las Islas Baleares, donde el precio medio de una vivienda de este tamaño supera el importe neto del Gordo, con un coste promedio de 336.000 euros. En la Comunidad de Madrid, una vivienda cuesta 321.000 euros, apenas por debajo del premio neto.

Por el contrario, comunidades como Castilla-La Mancha o Extremadura ofrecen mejores oportunidades, donde el Gordo sigue siendo suficiente para adquirir hasta 3,5 viviendas.

Ganar la lotería también puede influir en procesos como la adquisición de una Vivienda de Protección Oficial (VPO) o Vivienda de Protección Pública (VPP). Dado que estas viviendas suelen estar sujetas a límites de ingresos, la obtención de un premio podría descalificar al comprador en función de las normativas autonómicas vigentes. En muchos casos, las administraciones revisan los requisitos económicos al momento de la adjudicación, por lo que es fundamental comprobar si la nueva situación patrimonial afecta al cumplimiento de dichos requisitos.

Finalmente, quienes estén acogidos a la Ley de Segunda Oportunidad deben ser especialmente cuidadosos. Si el proceso de exoneración de deudas está en curso, o si la exoneración se obtuvo hace menos de tres años, el premio podría destinarse al pago de las obligaciones pendientes. No comunicar la ganancia en este contexto puede ser interpretado como ocultamiento de bienes, lo que no solo implicaría la retirada de la exoneración, sino que también podría tener repercusiones penales.

De coches a sueños más modestos

El premio sigue siendo atractivo para quienes buscan renovar su coche, aunque aquí también la inflación ha hecho mella. En 2011, con el importe del Gordo se podían comprar 20 coches nuevos, considerando un precio promedio de 17.480 euros. Hoy, con el coste medio de un automóvil nuevo en 25.811 euros, solo se pueden adquirir 12 vehículos.

El mercado de coches de segunda mano también refleja este cambio: en 2013, con un precio medio de 11.634 euros, se podían comprar hasta 28 vehículos con el premio. Ahora, con el precio de un coche usado en torno a 20.510 euros, el número se reduce a 16 unidades.

Por otro lado, el tener la suerte de recibir el premio de lotería no solo trae consigo el dinero, sino que también puede traer malas cosas.

Las pensiones y la lotería de Navidad

Por ejemplo, quienes reciben pensiones no contributivas o subsidios deben tener en cuenta que estas ayudas están condicionadas al cumplimiento de límites de ingresos. Por ello, ganar un premio de la lotería implica la obligación de comunicarlo a la administración correspondiente. 

Si los ingresos generados por el premio superan el umbral establecido, podría suspenderse o incluso extinguirse el derecho a recibir estas ayudas. Además, no informar de la ganancia constituye una infracción que puede derivar en sanciones económicas.

Por otro lado, las pensiones contributivas no suelen verse afectadas directamente por este tipo de ingresos, ya que se calculan en función de las cotizaciones realizadas. Sin embargo, si la pensión incluye un complemento a mínimos —una ayuda adicional para alcanzar la cuantía mínima legal—, este podría ser eliminado si los ingresos derivados del premio sobrepasan el límite establecido por la Seguridad Social. En estos casos, también existe la obligación de notificar la ganancia.

Aunque el Sorteo Extraordinario de Navidad sigue siendo uno de los eventos más esperados del año, el estancamiento del premio frente al aumento del coste de la vida podría mermar su impacto. Actualizar el importe del Gordo, tanto para compensar la inflación como para reflejar las necesidades actuales, podría devolver parte de la ilusión a este clásico navideño.

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