El presidente del Sabadell cobró 1,7 millones en 2021 y González-Bueno, 2,1
El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, ganó 1,78 millones de euros en 2021, un 10 % menos que el año anterior, cuando aún mantenía funciones ejecutivas, en tanto que el nuevo consejero delegado, César González-Bueno, que se incorporó oficialmente a la entidad a mediados de marzo, percibió un total de 2,15 millones.
Oliu cobró el pasado año 1,26 millones por sus funciones como presidente no ejecutivo y otros 451.948 euros correspondientes al tiempo que aún desempeñó funciones ejecutivas, a lo que hay que sumar 75.000 euros más como consejero.
En total, pues, percibió 1,78 millones, frente a los 1,99 millones que cobró en 2020.
Por su parte, César González-Bueno, que relevó en el cargo a Jaume Guardiola, percibió un total de 2,15 millones de euros en 2021, cifra que incluye 1,59 millones correspondientes al salario desde que asumió el cargo y otros 558.000 de variable por cumplimiento de objetivos, según la información remitida hoy a la CNMV, el supervisor bursátil.
En su conjunto, los miembros del consejo del Sabadell percibieron el pasado año 44,6 millones de euros, frente a los 6,7 millones de 2020, debido al coste extraordinario que supuso la salida del exconsejero delegado Jaume Guardiola y de la exsecretaria del consejo, María José García Beato.
De hecho, sin tener en cuenta la jubilación del consejero delegado y la indemnización por cese de García Beato, las retribuciones ordinarias del consejo en 2021 se sitúan en los 7,18 millones de euros, un 6 % inferiores a las de 2020, por la renuncia de Guardiola y Oliu al variable.
Por su parte, la remuneración total de la alta dirección devengada durante el ejercicio 2021 asciende a 11,75 millones de euros, casi el doble que en 2020, cuando sumó 5 millones, debido al pago de indemnizaciones por la salida del banco de dos directivos: Tomás Varela (exdirector financiero) y Rafael García Nauffal (exdirector general de Riesgos).
En concreto, las retribuciones ordinarias del ejercicio 2021 suman 6,41 millones, mientras que las indemnizaciones ascienden a 5,34 millones.
La cifra de retribuciones ordinarias, por tanto, es muy similar a la de 2020, ya que hay que tener en cuenta que ese año los directivos renunciaron al variable por la situación de pandemia, lo que supuso un ahorro de 1,22 millones de euros.