Representantes del sector financiero consideran una buena noticia que la Comisión Europea (CE) empiece a moverse para simplificar la regulación, que les resta competitividad frente a actores de otras jurisdicciones, pero consideran que no basta con reducir las cargas regulatorias y supervisoras, sino que hay que modificar la forma de legislar en Europa.
En una mesa de debate sobre simplificación y eficiencia regulatoria del sector financiero, organizada por el Instituto Español de Analistas, la directora general de la Asociación Española de la Banca (AEB), María Abascal, ha dicho este martes que «Europa necesita actuar y hacerlo pronto» ante la llamada de atención que supone la compleja situación geopolítica.
Ha afirmado que Europa tiene que llevar a cabo una simplificación normativa porque la de ahora está restando competitividad.
Abascal ha recordado que el sector bancario tiene 22 autoridades en la UE, próximamente 23, y ha apuntado que en el periodo 2019-2024 Europa aprobó 13.000 normas frente a 5.000 en Estados Unidos, a lo que se añade un incremento de la actividad supervisora, aumentando un 33 % el peso del supervisor sobre las entidades y pasando de tres actividades supervisoras al año a ocho.
También ha señalado que la UE tienen un problema de procesos y en Europa se tarda dos años y medio en aprobar normas, recabar consensos y ponerse de acuerdo los países; mientras que la Administración estadounidense ha abolido 78 normas en un día.
Ha señalado que, al focalizarse la UE en la estabilidad financiera, se ha elevado el coste de ‘compliance’ y los equipos que hay que tener dedicados a atender los requerimientos de supervisión; y ha añadido que «hay un consenso en que Europa ha ido demasiado lejos con la regulación».
El sector financiero afirma que el CE ha firmado una media de 1,3 normas al día
El director corporativo de Servicios Asociativos y Recursos en CECA, Antonio Romero, ha afirmado que el actual entorno regulatorio, «enormemente burocratizado y complejo», ha tenido un impacto que se ha traducido en unos costes crecientes y en el menoscabo de la competitividad respecto a competidores de otras jurisdicciones.
Como medida de ese exceso de regulación de la CE, ha apuntado que, durante los últimos cinco años, se han aprobado una media de 1,3 normas aplicables al sector financiero por día laborable.
En su opinión, la simplificación debe extenderse a la supervisión de la CE, que actualmente consume a las entidades muchos recursos humanos y económicos.
Por otra parte, ha recordado la entrada de actores del ámbito no financiero en pagos, con unas compañías que tienen un régimen menos estricto que las entidades financieras al uso.
La presidenta de la patronal aseguradora, Unespa, Mirentxu del Valle, ha reclamado un impulso de la capacidad financiera y de proteger adecuadamente los riesgos, que es donde debe estar el foco de la nueva regulación.
El presidente de la Bolsa de Madrid, David Jiménez-Blanco, ha dicho que en la UE se ha regulado como si eso no tuviera coste, cuando afecta a la eficiencia y a la flexibilidad; y, al mismo tiempo, han surgido sectores no regulados que compiten con los mercados en la captación de inversiones y las autoridades europeas no han podido impedir que se cree un sector paralelo.
Ha indicado que salir a bolsa en Estados Unidos no es menos complicado y costoso que en Europa, pero el proceso es más previsible y más rápido.
Además, ha dicho que todas las obligaciones que se ponen a las empresas que cotizan en bolsa desincentivan salir al mercado.
Mercados de capital
Respecto a la creación de una autoridad europea al estilo de la SEC estadounidense, ha considerado que sería muy difícil que por sí sola fuera efectiva, pues tendría que aplicar las legislaciones de 27 países en áreas como la fiscal o concursal.
«Cada vez hay más dinero en sectores privados que en mercados regulados, y eso es malo para los mercados de capital», ha advertido David Jiménez-Blanco, que ha señalado que en España se tarda ahora en salir a bolsa lo mismo que en los año 90, cuando se hizo la normativa que las rigen.
Ha señalado que las compañías en los nueve meses que se tarda en debutar corren un riesgo tremendo de que cambie el mercado, por lo que en Bolsa y Mercados Españoles (BME) están trabajando en un ‘listing’ técnico para separar el proceso de aprobación del folleto y colocación.
Para ello, se crearía un segmento especial de compañías que han pasado ya la aprobación del proyecto y que tendrán de 18 a 24 meses para llevar a cabo la colocación en el momento más favorable, sin ser prisioneras de lo que ha pasado seis meses antes.
Ha agregado que para hacer atractivos los mercados «hay que tocar impuestos», pero ésto choca con la «mentalidad» del Ministerio de Hacienda, donde hay una visión «cortoplacista» y poco favorable a renunciar hoy a recaudación, cuando a la larga se recauda más si hay más inversión.