KKR ya tiene luz verde del Gobierno italiano para comprar la red fija de Telecom Italia
El Gobierno italiano ha autorizado la venta al fondo de inversión estadounidense KKR de la sociedad con la red fija de Telecom Italia (TIM), denominada NetCo, por considerar que la operación ampara sus «intereses estratégicos» para el país.
«La autorización (…) sigue los compromisos (de KKR) vistos por el Gobierno como plenamente idóneos para garantizar la protección de los intereses estratégicos del activo», sostuvo TIM en un comunicado emitido minutos antes de la apertura de la Bolsa.
El Ejecutivo de Giorgia Meloni ha dado así beneplácito a la venta y no ejercitará el denominado ‘Golden Power’ o ‘Acción de oro’, la facultad con la que puede bloquear operaciones sobre compañías consideradas estratégicas como Telecom Italia, con un 9,81 % de su capital en manos del banco público Cassa Depositi e Prestiti.
TIM lleva meses queriendo vender su red fija, integrada en NetCo, también para reducir su abultada deuda de unos 14.000 millones de euros, y ha mantenido una larga y prorrogada negociación con el fondo KKR y su filial Optics BildCo, responsable de la compra.
TIM aprobó la oferta presentada por KKR de 18.800 millones de euros el pasado noviembre
El pasado noviembre el Consejo de Administración de TIM aprobó la oferta presentada, de 18.800 millones de euros, si bien el grupo audiovisual francés Vivendi, principal accionista con el 23,75 % del capital, consideró la operación «ilegítima».
El Gobierno italiano explicó hoy en un comunicado que la aprobación de esta venta «representa un nuevo y fundamental paso en la operación de venta» de NetCo, la sociedad que cuenta con todas las infraestructuras de red fija de TIM.
En este sentido, sostuvo que el acuerdo prevé que el Gobierno italiano tenga «un papel» a la hora de tomar decisiones estratégicas y la supervisión por parte del Estado de todos los aspectos sobre seguridad y defensa relativos a esa red.
Las partes han acordado la creación de una «organización de seguridad» encargada a alguien con ciudadanía italiana para encargarse de todas las cuestiones relativas a activos estratégicos y la permanencia en Italia de las actividades de control y mantenimiento.
«Se delinea por lo tanto un escenario seguro con una supervisión encargada al Estado. Un paso adelante importante en la definición total de la operación, que procede según los plazos anunciados», explicaron desde el Ejecutivo de Meloni.