Kounellis, padre del «arte povera», ocupa el palacio de La Moneda de París

Kounellis, padre del «arte povera», ocupa el palacio de La Moneda de París

11 marzo, 2016
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Actualizado: 11 marzo, 2016 0:00
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París, 11 mar.- París redescubre a partir de hoy la obra del artista greco-italiano Jannis Kounellis, mítico representante del «arte povera», que ideó un exhibición «sensorial» para el Palacio de la Moneda, con los elementos tradicionales de su trabajo.

Metal, madera, piedras, carbón, tela de saco, fuego -a discreción, limitado a un pequeño cuadrilátero- y animales vivos -roedores enjaulados en este caso- ocupan hasta el próximo 1 de mayo las salas del céntrico monumento parisino, junto a la rivera del Sena.

Los lujosos salones del palacio dan un brillo especial a sus opacos y gigantescos caballetes, sus también clásicos abrigos colgados, sus cuchillos, o sus históricas camas, que podrían ser más bien tumbas de no ser por las mantas de estilo militar que cubren a sus extraños durmientes, o troncos de metal acuchillados.

En declaraciones a Efe, el maestro nacido en El Pireo en 1936 afirmó que su deseo «es jugar en el espacio como con cartas, con libertad y ligereza».

Todo un contraste con la impresión que producen sus obras, aunque también hay entre ellas algunas etéreas botellas de cristal junto a unos ventanales y sendos toques de color, amarillo limón y rosa, en dos de sus salas.

«El hierro pesa e incluso el carbón pesa. Todo el trabajo de mi juventud pesa y no he cambiado de idea. Esta es la diversidad. Creo que el peso no es absolutamente virtual, es lo contrario de la virtualidad», mantiene al respecto.

Para Kounellis, «la construcción positiva, lo que un día se lleva fuera de un círculo vicioso, nace del peso, no de la virtualidad», mientras que la pintura «exige una visión dramática que la virtualidad ha eliminado» y que él, en tanto que «viejo humanista», quiere naturalmente que vuelva.

Es impensable, añade, que tras haber visitado algún museo, «no nos demos cuenta de que el drama es el fondo de nuestra cultura».

Para reflejar todo ello en este «parque escénico» de París, «concebido como una nueva producción», hay elementos viejos y nuevos de su arte, explica su comisaria, Chiara Parisi.

El artista, sin embargo, no siempre utiliza sus ‘cartas’ de siempre. En el Museo Espacio Ciudad de las Artes (MECA) de Aguascalientes (México), donde a finales de enero inauguró una muestra, afirma haberlo «hecho todo nuevo».

Aquí sintió otros impulsos, matiza sentado junto a una de sus esculturas de madera vieja incrustada entre dos columnas.

A sus ochenta años, a Kounellis le gusta recordar también que, con toda evidencia, la idea de «salir del cuadro» -una de las claves históricas de su trabajo- «más allá de su voluntad poética, nació en un momento en el que todavía la ideología tenía un peso».

Viajar además por todo el mundo con sus ‘cartas’, viejas o nuevas, y disfruta de su libertad y de ese nomadismo que entre otros países le ha llevado «por toda España» y, entre otros continentes, por «toda Latinoamérica». EFE

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