Programas del sabado
La agricultura sostenible, palanca para paliar la despoblación

La agricultura sostenible, palanca para paliar la despoblación

Jornada sobre el futuro del medio rural organizada por Agroaguilar-Soaga
28 noviembre, 2019
|
Actualizado: 28 noviembre, 2019 20:49
|
En esta noticia se habla de:
PUBLICIDAD

Factores exógenos, como el Brexit o la política proteccionista impuesta por Donald Trump, y otros endógenos, como la despoblación, baja natalidad, pérdida de talentos o envejecimiento, obligan a cambiar el rumbo de las políticas económicas actuales si de verdad se quiere incentivar una agricultura sostenible en la llamada España Vaciada. Así lo sostiene, al menos, la profesora titular de Economía Aplicada de la Universidad de Valladolid (UVA) y experta en programas europeos y nacionales de Desarrollo Rural, Belén Miranda, quien defiende que, frente a los
múltiples desafíos actuales solo quedan tres escenarios posibles: “el de
continuidad, donde muchos de los retos se quedarán sin resolver, el de
sociedades estratificadas que derivarán en grandes desigualdades entre países y personas, o el de la sostenibilidad, que introduce cambios proactivos en el sector agroalimentario”.

Durante la jornada ‘La Agricultura del Mañana’, organizada por la
empresa Agroaguilar-Soaga, y que ha reunido a más de 200 agricultores en el Monasterio de La Santa Espina (Valladolid), Belén Miranda ha insistido en que apostar por la tercera vía supone hacerlo por políticas económicas que propicien la gran transformación, bajo el prisma de “pensar globalmente y actuar localmente”. Se trata, por ejemplo, de incentivar una mayor diversificación de la economía rural, que apueste por los cultivos alternativos en los que haya demanda. También una verdadera expansión de la digitalización para aprovechar las potenciales ventajas de la nueva agricultura, algo que todavía está lejos de cumplirse en territorios como Castilla y León, donde sólo un tercio de las zonas rurales accede a la banda ancha y se trata sobre todo de pueblos situados cerca de las ciudades.

A juicio de esta experta en Desarrollo Rural, “la verdadera revolución
llegará cuando seamos capaces de conectar a los agricultores con
investigadores, desarrollar el concepto de ‘Smart Villages’ (pueblos inteligentes) y adaptarnos cuanto antes a una nueva PAC, que dejará de ser una política agraria para convertirse en un todo referente a cuestiones de seguridad alimentaria, medio ambiente, cohesión social y territorial y cambio climático”. Belén Miranda considera además que “producir más será inevitable pero habrá que hacerlo con menos” y “habrá que c oncienciar al consumidor de que, en esta transición hacia la sostenibilidad, los precios de los alimentos aumentarán”.

El escenario apunta a una agricultura más eficiente, con más normativas
restrictivas, tecnología aplicada e interpretación adecuada del contexto
internacional. Una situación que, tal y como ha defendido José Ramón Martínez, director regional de Agroaguilar-Soaga, “requiere del asesoramiento de empresas independientes como la nuestra, con técnicos muy especializados y capaces de ayudar al agricultor de hoy y del mañana a tomar las decisiones acertadas”.

Pese a las circunstancias adversas y la incertidumbre generalizada, las marcas más innovadoras continúan tomando posiciones frente a la todavía incipiente revolución digital en el campo. En este sentido, Pedro Cernuda, responsable del Departamento de Soluciones Integradas de Agrícola Castellana, uno de los principales distribuidores de John Deere en España, ha incidido en la entrada en una etapa en la que se pasará de instalar sensores para recibir información real de lo que pasa en cada parcela a hacer tratamientos individuales. “Pronto dispondremos de la tecnología, que nos permita aplicar la dosis necesaria a cada planta en una parcela”, ha explicado.

Cernuda no pone fecha concreta a la implantación definitiva de la Inteligencia Artificial en el campo –“en todo caso, y a juzgar por la velocidad de los fabricantes, no tardará demasiado”, añade- pero sí tiene claro que ésta “tendrá que venir acompañada irremediablemente por la reestructuración de los procesos que afectan a las tareas agrícolas y por una formación continua de los profesionales que quieran producir más con menos”.

Más contundente se ha mostrado Juan Carlos Prieto Tovar, jefe de Investigación Agrícola del Instituto Técnico Agrario de Castilla y León (Itacyl), para quien “el futuro ya está aquí”. El experto considera que la revolución ha llegado para quedarse gracias a una reformulación de la ingeniería genética, que permite recortar secciones de ADN para modificarlas, abriendo todo un nuevo campo de posibilidades que transformará aún más el panorama agroalimentario. Según Prieto Tovar, nos dirigimos hacia una agricultura con “más sensores, más datos, mayor conocimiento y mayor procesamiento”. Gracias a su aplicación práctica y al desarrollo de una agricultura sostenible, desde el punto de vista económico, medioambiental y social, “deberemos dar respuesta –indica- a un nuevo escenario con un incremento imparable de la población mundial
acompañado de climas más erráticos y extremos, sequías y calores más
frecuentes y estreses hídricos”.

Noticias Relacionadas: