La banca recomienda fondos de inversión y pensiones frente a los depósitos
Las entidades financieras no volverán a remunerar los depósitos bancarios de forma generalizada a los niveles anteriores a la caída de los tipos de interés en la zona del euro, ya que actualmente existe un amplio abanico de productos alternativos, como los fondos de inversión, que ofrecen rentabilidades «atractivas» para los usuarios.
Esta es una de las conclusiones de una mesa redonda sobre el sector celebrada en el marco de una jornada empresarial organizada por el diario El Economista, en la que han participado los responsables de Abanca Seguros, Santander España, Kutxabank Seguros e Ibercaja Pensión.
Según han explicado, hoy en día existe una gran variedad de productos para construir patrimonio, como fondos de pensiones o de inversión y seguros de ahorro, entre otros muchos, y los clientes están mejor informados que antes sobre las características y riesgos, por lo que ya no hay tanta demanda de depósitos puros y duros.
La banca defiende a los fondos de inversión como una buena alternativa a los depósitos bancarios
En cualquier caso, estos directivos han insistido en que España debería «desarrollar» los productos que ofrecen rentas vitalicias y de otros tipos, con ventajas fiscales e incentivos y formar mejor al cliente para que pueda ir adaptando la actual cultura financiera de legar el patrimonio a sus hijos y pasar a usarlo para vivir.
En cuanto a la reforma de las pensiones, todos han considerado que la última realizada por el Gobierno no está bien formulada teniendo en cuenta el enorme reto que supone el cambio que va a experimentar la pirámide poblacional cuando empiece a jubilarse la generación de los «baby boomers», los nacidos entre los años 1.964 y 1.973, más de doce millones de personas.
El coste (de las jubilaciones de toda esa gente) será tremendo y no hay nada para solucionarlo, aunque se sabía lo que iba a ocurrir desde hace décadas, no es solo cosa de este Gobierno, han considerado estos ejecutivos.
En ese sentido, y una vez perdida la oportunidad de utilizar el fondo de reserva de las pensiones, que llegó a superar los 70.000 millones de euros, para reestructurar el problema, y no para retrasarlo, la solución ya sería una mezcla entre elevar las cotizaciones y bajar las prestaciones, han lamentado.