Bankinter considera que «el giro geoestratégico» que ha dado Estados Unidos con la administración de Donald Trump y su política arancelaria «vuelve vulnerable el ciclo económico y eso ya empieza a afectar a las perspectivas de inflación, crecimiento económico y de resultados corporativos».
En su último informe de Estrategia, subtitulado «Nadie sabe casi nada. Ciclo expansivo cuestionado. Reajuste. Recesión improbable». el banco explica que «algo ha comenzado a cambiar, aunque aún no pueda cuantificarse ni su alcance, ni su profundidad. Pero no es mejor».
Precisa que «es obvio que no es posible extraer conclusiones fiables de una información errática, confusa e imprecisa… que es el denominador común de la nueva Administración Americana».
Con estas premisas, advierte de que «acaba de arrancar lo que podría llegar a ser una guerra arancelaria de gran alcance… o bien, por el contrario, tener consecuencias limitadas y disminuir en intensidad con el paso del tiempo, en función de las correcciones que se apliquen al comprobar que se trata de un proceso en el que todos pierden».
En su opinión, «los riesgos se mueven al alza, tras un largo periodo de contención», lo que afectará al consumo privado y a la inversión empresarial por la absorción «parcial» del coste de los aranceles en los márgenes societarios, «que son los que determinan, como factor principal, las valoraciones de las compañías y, por extensión, la evolución de las bolsas en el medio y largo plazo».
Bankinter prevé una evolución más modesta de las bolsas
En consecuencia, Bankinter prevé una «evolución más modesta de las bolsas» porque augura «menores beneficios, menores valoraciones».
También porque «tenemos la evidencia de que una inflación superior suele venir acompañada de tipos de interés también superiores (o menos bajos, en nuestro ciclo económico actual), factor que también hace que las valoraciones de las compañías sean inferiores. Y, por extensión natural, de las bolsas».
En este sentido señala que «no estamos mejor que hace 3 ó 12 meses, sino peor. Al menos en términos de expectativas. Y las expectativas, más que la realidad, marcan la dirección del mercado: bolsas, bonos, divisas…»
Por todo ello, y visto el deterioro de los indicadores adelantados, como la confianza de los consumidores de la Universidad de Michigan de este mes o del índice manufacturero Empire State, y la «ambigüedad» de la Reserva Federal que no mencionó estos datos en su última reunión y que dijo «que no hay que preocuparse por el ciclo económico porque no está en riesgo», el banco no ve motivos para que la bolsa neoyorquina siga subiendo.
Además, considera que el Banco Central Europeo «dispone ya de poco recorrido para bajar tipos, aunque aún no lo admita abiertamente porque se encuentra en la fase de cambio progresivo de su mensaje», y no volverá a bajar tipos hasta junio, porque calcula que los «aranceles americanos» elevarán medio punto la inflación y recortarán el crecimiento del PIB en la misma cuantía.
Aún así, eleva la previsión de crecimiento del PIB español de este año tres décimas, hasta el 2,5 %; y al 2,6 % su cálculo de inflación.
El banco estima que el euro se moverá entre 1,05 y 1,10 dólares este año
Pese a todo, y respecto a su cartera de inversión, Bankinter dice que «geográficamente, seguimos priorizando» Estados Unidos (EE.UU.) respecto a Europa por una previsión de «mayor crecimiento de resultados empresariales (+11,8 % en EE.UU. versus +5,4 % en Europa)» y que «hay que seguir fuera de China, dónde el ciclo económico se deteriora y los estímulos anunciados son de momento, confusos, poco concretos y no asumen compromisos reales».
El banco estima que el euro se moverá entre 1,05 y 1,10 dólares este año, la deuda española entre el 3,6 % Y el 3,8 %, y el barril de petróleo Brent en torno a 68 dólares.
Por sectores, «favorecemos los sectores considerados “defensivos” frente a los de “crecimiento” y apuesta por «defensa» por las «elevadas inversiones futuras» en este campo por el «contexto geopolítico actual», así como por «compañías de elevado dividendo dentro de los sectores de Utilities e Infraestructuras», además de mantener la inversión en banco por un «un entorno de tipos de interés más benigno».
También incorpora, como «novedad», al sector de telecomunicaciones por considerar que tendrá «un crecimiento estable y elevada rentabilidad por dividendo» en previsión de una «mejora del entorno regulatorio a nivel europeo, reducción de costes financieros y operaciones corporativas».
Por contra, Bankinter indica que «reducimos exposición de forma táctica a sectores de crecimiento, como tecnología, semiconductores y tecnología de la salud», dado que podrían verse penalizados en un entorno de incertidumbre como el actual.ç
Además, sacar de su lista al sector Inmobiliario porque «podría seguir lastrado» por la elevada rentabilidad de la deuda «durante más tiempo» y las dudas sobre el crecimiento económico global.