Una jornada más, el BBVA lo paga en el Ibex 35. Hoy ha caído el 2,42% y marca los 5,29 euros, 84 céntimos, el 13,70% menos desde que anunció su intención de hacerse con el 100% del Garanti mediante una opa
BBVA cae casi un 2,5% tras el desplome del 11% de la lira turca
El presidente del BBVA, Carlos Torres (d), y el consejero delegado de la entidad bancaria, el turco Onur Genç. EFE/ Luis Tejido

BBVA cae casi un 2,5% tras el desplome del 11% de la lira turca

23 noviembre, 2021
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Actualizado: 23 noviembre, 2021 19:22
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La moneda turca, la lira, ha sufrido este martes uno de sus peores desplomes de la historia al perder un 11% de su valor frente al euro en una sola jornada, acentuando la ya fuerte bajada que se produjo este lunes aparentemente en reacción a unas declaraciones del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. Una jornada más, el BBVA lo paga en el Ibex 35. Hoy ha caído el 2,42%, 13 céntimos de euro, y ha cerrado a 5,29, 84 céntimos, el 13,70% menos desde que anunció su intención de hacerse con el 100% del Garanti mediante una opa, cuando cotizaba a 6,13 euros.

Las lira turca ha perdido este martes un 11 % de su valor frente al euro y el dólar, el mayor desplome diario en varios años, lo que ha llevado al Banco Central a advertir contra los riesgos de hacer negocios en esta situación y recordar que podría llegar a intervenir si la volatilidad es excesiva.

«Se observan evoluciones de precio poco sanas, que no son realistas y están completamente desvinculadas de las bases económicas», señaló el Banco en un comunicado.

La moneda perdió un 13 % en la primera mitad del día, recuperó un 5 % a continuación y volvió a bajar, para oscilar alrededor de 14,5 unidades por euro, una pérdida del 11 %, al cierre de los mercados.

El Banco recordó en su nota que el cambio de la lira se determina por la oferta y la demanda en el mercado libre y que la institución «no se compromete con ningún nivel de cambio, aunque en ciertas condiciones puede intervenir contra una volatilidad excesiva, sin pretender una dirección permanente».

«El Banco considera necesario advertir a empresas y ciudadanos contra posibles pérdidas al hacer negocios con valores totalmente desvinculados de las bases económicas bajo condiciones de mercado extremamente volátiles», concluye el comunicado.

La decisión del Banco Central, el jueves pasado, de reducir los tipos del interés hasta el 15 %, cuando la inflación roza el 20 %, precipitó la caída de la moneda, que ha perdido ya un 37 % de su valor en lo que va de año y que acumula una depreciación del 20 % desde el martes pasado.

La caída de la lira inició su caída más reciente en la tarde del lunes, aparentemente en reacción a unas declaraciones del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en las que defendía los tipos de interés bajos, al tiempo que prometía «aplastar» a quienes usen «el mercado de divisas como pretexto falso» para subir los precios.

La inflación y la caída de la lira hunde en la pobreza a la clase media turca

«Se busca mozo de almacén para cambiar etiquetas de precios», reza un supuesto anuncio en un supermercado de Turquía: una señal de que la inflación puede crear nuevos puestos de trabajo, ironizan en las redes sociales.

El encarecimiento del coste de vida es obvio en las tiendas de Turquía, donde algunos comerciantes aseguran que deben cambiar las etiquetas de precio «a diario», porque también el coste de los productos locales depende del mercado de divisas, dado que el país importa numerosas materias primas, además de carburante y energía..

«El valor de la lira turca es decisivo para los precios de verduras o carnes: «El abono viene del extranjero» y «los piensos se importan», indican los comerciantes.

La inflación, en el 20%, mientras los tipos de interés están al 15%

La racha actual de depreciación de la moneda hasta mínimos históricos se inició en septiembre pasado, cuando el Banco Central bajó los tipos de interés del 19 al 18 %, un paso que repitió en septiembre y el pasado jueves, con lo que ahora están en el 15 %, muy por debajo de la inflación interanual, del 19,9 %.

Tras la decisión de ayer, la lira cayó casi un 6 %: el euro llegó a cambiarse por 12,78 liras y por 11,27 el dólar.

Las reducciones de tipo corresponden al ideario del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que lleva años asegurando que los intereses altos provocan una alta inflación, al contrario de lo que dice la teoría ortodoxa.

«La política monetaria excesivamente acomodaticia ha impulsado la alta inflación, incluidos los precios desorbitados de los alimentos, que parecen ser una causa central del descontento social y de los malos resultados del Gobierno en las encuestas», indica Dennis Shen, director de calificaciones soberanas de Scope Ratings, en un análisis sobre la situación en Turquía.

Más pobres y menos clase media

La estrategia de Erdogan, según el cual el dinero barato debería incentivar las inversiones y crear empleo, es criticada por el partido socialdemócrata CHP, el mayor de la oposición.

«Piensan que al perder la lira valor, se abarata la producción y se incrementarán las exportaciones, como ocurría en China, pero la manufactura turca depende muchísimo de las importaciones, que se pagan en dólares, por lo que la gente se empobrece y la demanda local se reduce», ha indicado la economista Selin Sayek Böke, secretaria general del CHP.

Según datos oficiales, un 42 % de los empleados turcos cobran el salario mínimo de 3.040 liras netas que, equivalente a unos 240 euros al cambio de hoy, ha sufrido una pérdida de capacidad adquisitiva del 25 % frente al nivel de hace dos años, que, si bien era inferior en liras, de 2.020, equivalía a 320 euros.

El mayor sindicato turco, Türk-Is, sitúa como «límite de pobreza» unos ingresos mensuales de 10.000 liras, y en 3.000 liras el «umbral del hambre», lo que apunta al riesgo de que la clase media de Turquía desaparezca.

Un catedrático de una universidad pública cobra ahora al mes unas 13.000 liras, equivalente a poco más de mil euros, mientras un médico jefe se queda en 10.000 (unos 800 euros).

El fantasma de las elecciones anticipadas añade inestabilidad política a la económica

Ante este panorama, el CHP y su aliado, el partido IYI, unieron esta semana sus voces para exigir elecciones anticipadas, una opción hasta ahora firmemente rechazada por Erdogan, que sin embargo no para de bajar en los sondeos.

El porcentaje de quienes están en desacuerdo con la gestión de la economía ha subido del 62 al 74 % en las últimas tres semanas. Dos de cada tres ciudadanos no creen que el AKP, el partido islamista que gobierna desde 2002, pueda enderezar la situación.

En consonancia, la intención de voto para el AKP ha caído por primera vez al 28 %, empatado con su rival directo, el CHP, que podría imponerse gracias a su alianza con el IYI.

Pero de momento, el entorno del presidente confía en que la economía se recuperará hasta las elecciones previstas para junio de 2023, escribe la periodista turca Hande Firat.

El pesimismo está prohibido: esta semana tenían cita en el juzgado 38 personas denunciadas por derrotismo en 2018 por haber vaticinado en las redes sociales una caída de la lira de las 7 a las 10 unidades por dólar.

Pero quien no acudió al tribunal fue el juez, quizás para no tener que darles la razón, en un momento en el que el dólar cotiza ya a 11 liras, ironiza la abogada del caso, Sanem Bahçekapili, en Twitter.

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