La empresa de defensa Indra se posiciona este lunes como uno de los valores más bajistas del Ibex 35, con una caída del 2,93%, tras conocerse el acuerdo entre el Gobierno español y la OTAN para no elevar el gasto en Defensa hasta el 5% del PIB, como se había llegado a plantear. En su lugar, España se compromete a alcanzar un 2,1% del PIB, frente al 2% aprobado en abril, a cambio de cumplir ciertos “objetivos de capacidad” durante los próximos cuatro años.
La noticia ha generado preocupación en el mercado, especialmente porque se percibe como un freno a la expectativa de un impulso significativo en el presupuesto militar, del que Indra es uno de los principales beneficiarios en el ámbito nacional. La semana pasada, el rechazo explícito del presidente Pedro Sánchez a aumentar el gasto al 5% ya provocó un descenso acusado en la cotización de la compañía tecnológica.
Indra aspira a alcanzar los 10.000 millones de euros en ventas totales
Desde Banco Sabadell califican el anuncio como «negativo» para Indra, ya que reduce el potencial adicional de crecimiento que habría supuesto un mayor esfuerzo inversor en Defensa. No obstante, los analistas reconocen que el incremento ya realizado, cifrado en 10.000 millones de euros, sigue siendo una base sólida para que la compañía mantenga un crecimiento atractivo en este segmento, que actualmente representa el 21% de sus ventas y el 38% del EBITDA.
De cara a 2030, Indra aspira a alcanzar los 10.000 millones de euros en ventas totales, incluyendo adquisiciones. En su escenario base, Sabadell proyecta unas ventas de 6.870 millones sin contar crecimiento inorgánico, y estima que el área de Defensa podría crecer a una tasa anual compuesta (TACC) del 14% entre 2024 y 2030.
Aunque el mercado ha reaccionado con cautela al freno del gasto, los fundamentales del negocio defensivo de Indra siguen siendo sólidos, respaldados por una cartera de contratos relevante y un entorno geopolítico que mantiene la demanda elevada a nivel europeo.