La desconfianza sobre la deuda española se dispara

La desconfianza sobre la deuda española se dispara

03 enero, 2018
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Actualizado: 03 enero, 2018 9:13
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Los inversores se han decantado por vender bonos a largo plazo en España. El interés del bono español a diez años alcanza máximos no vistos desde el pasado mes de octubre, cuando Carles Puigdemont y el Parlamento catalán declaraban la independencia de Cataluña. 
En los últimos dos meses, la rentabilidad del bono español a diez años se ha disparado un 15%, pasando del 1,4% del 7 de noviembre al 1,6% que mantiene en la jornada de este miércoles. No obstante, no solo España se ha visto afectada por este incremento, sino también los países del Sur, con especial incidencia en Italia, cuyas elecciones se realizarán en marzo, mientras que en Alemania no hay aún consenso para formar un nuevo Gobierno.
Con todo ello, la presión se cierne sobre el Tesoro, que esta semana hará la primera subasta del año para tratar de captar 5.000 millones en distintos tipos de bono a largo plazo, incluido el de 10 años.
Italia se encuentra ahora bajo el foco de los inversores debido a la inestabilidad política y a su propia crisis bancaria por los créditos tóxicos. De hecho, mientras se dejaba caer a Banco Popular, el BCE permitió un rescate público a la banca del Véneto, mientras exigía al resto de entidades reducir su exposición a ese tipo de préstamos que continúan siendo un lastre una década después del estallido de la crisis de las hipotecas de alto riesgo.
El Tesoro Público iniciará el año 2018 con una subasta de deuda a medio y largo plazo de varias denominaciones, que tendrá lugar el jueves, en la que espera captar hasta 5.000 millones de euros, en un mes en el que los focos se centrarán de nuevo en el desarrollo político en Cataluña. Y es que se espera que el 17 de enero se constituya el Parlamento catalán salido de las urnas el pasado diciembre, en una votación en la que el bloque independentista revalidó su mayoría absoluta en escaños aunque no en votos.
El Tesoro comenzará así sus emisiones de deuda para cubrir sus objetivos de financiación del año, con una primera puja en la que colocará en el mercado bonos a cinco y diez años, así como obligaciones a treinta años, por un importe total de entre 3.000 y 4.000 millones de euros. Asimismo, subastará entre 500 y 1.000 millones de euros en bonos a quince años indexados a la inflación.
En la última subasta de bonos a cinco años, celebrada el 7 de diciembre, se colocaron 1.310 millones de euros, con un interés del 0,301%, por lo que el Estado pagó menos a los inversores que en la puja precedente (cuando fue del 0,375%). Ese día, el Tesoro también captó 786 millones en obligaciones a 30 años, con un rendimiento del 2,432%, menor al 2,467% previo.
En cuanto a los bonos a diez años, la anterior vez que se subastaron fue el 14 de diciembre, cuando se colocaron 1.184 millones de euros a un interés del 1,492%, por encima del 1,417% precedente. Respecto a la deuda a quince años indexada a la inflación, fue el 6 de julio cuando el Tesoro subastó por última vez este tipo de bonos, en ese caso por un valor de 655 millones y con un rendimiento del 0,880%, ligeramente por encima del 0,852% previo.
Con esta subasta, el organismo dará inicio a las emisiones de deuda en este nuevo año, que continuarán el 18 de enero con una puja de bonos a medio y largo plazo, y los días 20 y 27 del mismo mes, cuando subastará deuda a corto plazo.

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