Las compras de los inversores en renta fija caen en paralelo la rentabilidad de los bonos

El precio de la rentabilidad fija a nivel mundial ha registrado una caída del 2,42%, marcando el peor nivel desde enero del 2009, según los datos publicados por el índice de Bloomberg y Barclays.

Las pérdidas en este comienzo de año son generalizadas, abarcando desde el 3% de retroceso en el precio de los bonos vinculados a la inflación, lo cual es comprensible debido a que estos bonos se utilizan como protección ante el aumento de precios, y ahora estos están moderándose. A su vez, los bonos de alto rendimiento o «high yield» estadounidense han experimento un descenso de hasta el 0,68%.

A modo de ilustración, la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años inició el año en el 3,8% y ha escalado hasta el 4,09%, aunque el viernes llegó a tocar el 4,18%. En términos prácticos, esto implica una pérdida latente del 1,7% en términos de precio para aquellos que compraron el 1 de enero. Este fenómeno se replica en otras referencias europeas, aunque se observaron compras ayer.

La rentabilidad de la deuda pública ha experimentado una caída del 2,87%

Uno de los riesgos que acechaba al mercado de renta fija en este periodo era la posible no materialización o enfriamiento de las elevadas expectativas respecto a las disminuciones de tasas de interés proyectadas para el cierre de 2023. Y precisamente esto último es lo que está ocurriendo.

Por otro lado, los inversores llegaron a anticipar hasta siete reducciones en el precio del dinero para este año, en contraste con las cinco actuales. Esta moderación es la razón detrás de la retirada de inversiones en bonos, llevando a que el precio de la renta fija a nivel mundial registre una caída del 2,42%.

En el ámbito de la deuda pública, que representa uno de los niveles de riesgo más bajos entre las diversas opciones disponibles, este también ha experimentado uno de los golpes más significativos. En especial, su valor ha experimentado una caída del 2,87%, superado solo por los bonos vinculados a la inflación. Al igual que en el mercado de deuda a nivel global, este mes también marca el peor enero desde 2009.