Rufián carga contra el Congreso y proclama la tercera República catalana, Twitter responde
Gabriel Rufián ha vuelto a revolucionar las redes sociales, una de sus especialidades desde que es diputado de ERC en el Congreso.
Este miércoles de junio ha criticado a través de la red social la condecoración a Rodolfo Martín Villa. Sin mebargo, lo que ha desatado la ira de los usuarios de Twitter es que proclamase la ‘tercera República catalana’.
Hoy en el Congreso se ha honrado a un fascista y en el Parlament se han anulado sus juicios. Q no te engañen, la 3a ha llegado y es catalana
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) 28 de junio de 2017
Pssst, psst! Tener entre 0 y 12 alcaldías y ser última y penúltima fuerza en el Parlament NO es la mayoría. Besines.
— David Marzal #HFK (@DMarzal) 28 de junio de 2017
Los juicios politicos del franquismo se anularon hace años con la ley de memoria histórica q ERC no votó a favor
— CésarTC (@CETOCAT) 28 de junio de 2017
– Estaré 18 meses en el congreso
– Ya han pasado
– Estoy deseando volver a mi vida anterior
– Tu vida anterior era el paro— Opinador (@opinador16) 28 de junio de 2017
???????? y eres tú quien la proclamará o seran los «voluntarios»? Cagón!!
— Gonzalo de Cordoba (@SpinolaXV) 28 de junio de 2017
Tú honras y votas con terroristas en el Congreso y no te quejas de que haya más de 300 asesinatos de ETA sin resolver, en plena Democracia.
— Godofredo Martín (@ppgodomarti) 28 de junio de 2017
Relájate pic.twitter.com/nmApW4Wv52
— Carlos Ariztegui (@ariztegui) 28 de junio de 2017
El recuerdo de las elecciones de 1977 ha congregado a los exjefes del Gobierno José María Aznar y Felipe González y a parlamentarios constituyentes como Alfonso Guerra, Landelino Lavilla, Rodolfo Martín Villa y Soledad Becerril.
El Rey instó en el Congreso a no emprender «ningún camino» que conduzca a «la ruptura de la convivencia» o a la división de los españoles y ha advertido de que «fuera de la ley» solo hay «arbitrariedad, imposición, inseguridad y, en último extremo, la negación misma de la libertad».
Felipe VI destacó la vigencia del modelo de la Transición en el sentido de que «nadie en España debía volver a ser enemigo de nadie» y de que «la exclusión y la imposición, la intolerancia y la discordia debían ser sustituidas por la renuncia al dogmatismo y la defensa de las propias convicciones con pleno respeto al adversario y hacia las opiniones ajenas o diferentes».