Sánchez y Rivera acercan posturas para un pacto que Rajoy nunca apoyará
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha mostrado hoy su «buena predisposición» para negociar un acuerdo de gobierno con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ejecutivo al que el presidente en funciones, Mariano Rajoy, no dará su apoyo, sea cual sea la combinación de fuerzas.
Sánchez y Rivera se han reunido en el Congreso y han acordado comenzar las negociaciones teniendo como prioridad la creación de empleo, la lucha contra la corrupción, la regeneración democrática y las políticas sociales.
En un ambiente de buena sintonía, Sánchez ha detectado que hay «espacios comunes donde PSOE y Ciudadanos se pueden entender» y por ello comenzarán a trabajar mañana mismo las comisiones negociadoras de ambos partidos.
Aunque ha reconocido que existen discrepancias, Sánchez ha valorado que en su conversación con Rivera se haya puesto el acento en los aspectos donde puede haber consenso: «Hemos hablado de lo que nos une, no de sillones».
El secretario general socialista ha insistido en que no es momento para concretar si la mejor fórmula es un gobierno en coalición o en solitario.
No obstante, ha apuntado que su aspiración es que sea «lo más representativo posible», fruto de una negociación en la que «no se ponga ningún veto a siglas ni a ideologías», con la excepción del PP, con el que Sánchez descarta cualquier acuerdo de gobierno.
Aunque pretende reunirse con él la próxima semana, el dirigente del PSOE cree que Rajoy debe «dimitir» y «pasar a ser pasado en la política española» para que el PP se puede regenerar en la oposición.
Rivera ha hecho ver a Sánchez que es «necesario» contar con el PP por haber sido el partido más votado y tener mayoría absoluta en el Senado, lo que le da la llave para que puedan salir adelante los grandes acuerdos de Estado.
Con este ánimo, el líder de Ciudadanos ha anunciado que la semana que viene comenzarán las negociaciones con el PP para ver en qué puntos puede haber mayor cercanía.
Según Rivera, no puede haber ni un Gobierno ni una legislatura en la que se ignore al PP y no habrá posibilidad de acuerdo si populares y socialistas no abandonan la «guerra fría».
El dirigente de C’s ha confiado en que Rajoy cambie de postura y las posiciones «enrocadas y maximalistas» acaben fracasando.
Por contra, Mariano Rajoy ha querido despejar dudas sobre la posibilidad de que el PP pudiera abstenerse en una hipotética investidura de Pedro Sánchez.
Ante sus compañeros del grupo parlamentario popular, Rajoy ha dejado bien claro que el PP votará «no» a la investidura del líder del PSOE, cualquiera que sean los apoyos que presente.
Para el presidente del Gobierno en funciones, un Gobierno de Sánchez necesitaría el concurso de Podemos e IU y el apoyo de los independentistas, ya sea con un voto positivo o con una abstención, que, ha advertido, nunca sería «gratis».
A su juicio, ese Ejecutivo sería «hipotecado y radical» y no podría gobernar «de ninguna de las maneras» porque el PP tiene la mayoría absoluta en el Senado y es el grupo más grande del Congreso.
«Ese Gobierno sería un lastre y una amenaza cierta para la economía española y para la recuperación», ha alertado.
Frente a ese Ejecutivo radical y que genera «incertidumbre», el presidente del Gobierno en funciones ha insistido en que la mejor opción para España es un Ejecutivo encabezado por el PP con el apoyo del PSOE y de Ciudadanos, pese al rechazo reiterado del líder socialista.
Las primeras jornadas de contactos de Pedro Sánchez de cara a su investidura ha coincidido con la publicación del barómetro del CIS que apunta a que Podemos ha adelantado ya al PSOE en estimación de voto y sitúa al partido de Pablo Iglesias como segunda fuerza política.
Una encuesta a la que ha restado importancia Pedro Sánchez, que la ve «caduca» porque el trabajo de campo se realizó en la primera quincena de enero y desde entonces han pasado «muchísimas cosas».
No está de acuerdo el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, que hace una lectura completamente diferente.
Ha alertado al PSOE de los riesgos de pactar con Podemos y su estimación a la baja en el CIS, lo que le podría convertir en el nuevo PASOK.
Precisamente, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se reúnen mañana por primera vez desde que el líder del PSOE asumiera la responsabilidad de someterse a la investidura.
Sánchez va a trasladar a Iglesias su oferta de conformar un gobierno progresista y reformista «lo más representativo posible», toda vez que Podemos es clave para facilitar la investidura del líder socialista y dar estabilidad a un eventual ejecutivo.
Iglesias acude al encuentro con la intención de defender su propuesta de conformar un gobierno de coalición «proporcional y multicolor» con PSOE, Podemos e IU.