Difícil normalización

Difícil normalización

26 julio, 2017
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Actualizado: 26 julio, 2017 12:38
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Los grandes riesgos políticos existentes en Europa a principio de año afortunadamente no se han materializado.

Adicionalmente, las previsiones de crecimiento económico de la Eurozona mejoran hasta cerca del 2%, sin que la inflación despierte de su letargo. Esta mejora económica se traduce en un aumento de resultados empresariales que se refleja en un alza de las cotizaciones.

En esta coyuntura es inevitable que el BCE inicie el camino hacia la normalización de su política monetaria. Pese a la ambigüedad de las declaraciones de Draghi, en septiembre se conocerá cuál será el ritmo de reducción de compras mensuales de bonos a partir de enero del próximo año. Hasta entonces, el BCE seguirá adquiriendo 60.000 millones de euros en bonos al mes. La reducción de compras será paulatina. La duda es si se reducirán las compras en 10.000 o en 5.000 millones de euros al mes, finalizando en junio del próximo año o en diciembre respectivamente.

De acuerdo con las declaraciones del propio Draghi, el BCE no subirá los tipos de interés hasta que deje de adquirir bonos. Aun así, no es descartable que el tipo negativo que se aplica a los depósitos bancarios en el BCE, actualmente en el -0,4%, suba antes de concluir las compras de bonos. La normalización será un proceso lento y difícil.

Los tipos de interés de todos los bonos soberanos europeos se encuentran en niveles mínimos históricos, e incluso negativos, debido a la actuación del BCE. La vuelta a niveles normalizados no está exenta de riesgo de elevadas turbulencias. Tras más de dos años con el BCE como principal comprador de bonos soberanos, su retirada paulatina puede provocar fuertes movimientos en los mercados financieros. Precisamente lo que el BCE pretende evitar.

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