Los mercados en EEUU atraviesan un periodo de incertidumbre marcado por la imposición de aranceles al sector automotriz y la atención creciente a los datos macroeconómicos clave. Ignacio Vacchiano, country manager en Iberia de Leverage Shares, ha analizado en Capital Intereconomía la situación actual y sus implicaciones en la economía estadounidense.
Desde la llegada de Donald Trump a la presidencia, el mercado estadounidense se ha desacelerado con fuerza, fruto, entre otras cosas por la imposición de aranceles. Los dirigidos a la importación de vehículos, que entrarán en vigor el próximo 2 de abril, han afectado de manera significativa a los fabricantes de automóviles, según señalaba Vacchiano. Empresas como General Motors, Ford y Tesla han reaccionado de manera diferente, dependiendo de su nivel de producción dentro de EE.UU. Mientras que Tesla, con el 100% de su fabricación en territorio estadounidense, ha logrado mantener cierta estabilidad, otras firmas han experimentado caídas considerables.
Esta semana, a nivel empresarial, la compañía Lululemon ha sido una de las afectadas por la volatilidad. A pesar de haber superado las previsiones trimestrales, la empresa ha reducido sus estimaciones para el resto del año, reflejando la cautela del consumidor estadounidense ante el aumento de precios.
Por otro lado, las materias primas continúan en tendencia alcista. El oro ha alcanzado un máximo histórico de 3.120 dólares por onza y el petróleo se mantiene en torno a los 74 dólares por barril. Estos incrementos podrían representar una presión adicional sobre la inflación.
Respecto a la situación de Wall Street, Vacchiano destaca un sentimiento general negativo en el mercado, aunque prevé un rebote a corto plazo. Según sus estimaciones, el S&P 500 podría alcanzar niveles de 5.850-5.900 puntos en el presente trimestre. Mientras tanto, Europa ha mostrado un mejor desempeño, frente a la caída del 3% en el índice estadounidense.